El Brexit está siendo uno de los puntos fuertes de la reunión de líderes del G20 que acoge China. Por un lado, Barack Obama, quien ha reafirmado su apoyo a Reino Unido pese a considerar que la ruptura con la Unión Europea fue un error. Por otro, países como Japón, que ha redactado un documento […]
Dirigentes Digital
| 05 sep 2016
El Brexit está siendo uno de los puntos fuertes de la reunión de líderes del G20 que acoge China. Por un lado, Barack Obama, quien ha reafirmado su apoyo a Reino Unido pese a considerar que la ruptura con la Unión Europea fue un error. Por otro, países como Japón, que ha redactado un documento enumerando las consecuencias que tendrá para las relaciones entre ambos países la salida de Reino Unido del bloque comunitario.
Japón creó el pasado julio un grupo de trabajo destinado a responder a la realidad del Brexit. Además de advertir de que el país podría optar por salir de Londres, también ha señalado que la ruptura de Reino Unido podría afectar a la investigación farmacéutica y a la inversión proveniente del país de Theresa May. Aun así, Japón se mostró seguro de que May sabría negociar la salida del bloque sin problemas.
Además de esto, el informe señala que el Brexit podría implicar que las instituciones financieras japonesas pierdan el llamado "pasaporte único", es decir, el derecho a operar en todos los países de la Unión Europea. Igualmente, a Japón le preocupa la facilidad de acceso a mano de obra no cualificada, la protección arancelaria, y el estatus de Londres como centro de intercambio de información para las operaciones en euros.
El informe japonés apunta a que varias empresas japonesas, como Nissan, tienen en Reino Unido su sede europea. Además, concreta que casi la mitad de la inversión que recibió la Unión Europea desde Japón fue destinada a Reino Unido. Japón señala que las empresas japonesas han contado hasta ahora con acceso sin restricciones al mercado de la Unión Europea en sus decisiones de inversión que, según el informe, han creado 440.000 empleos en Europa.
En cuanto al apunte sobre el mercado farmacéutico, Japón cree que si la Agencia Europea del Medicamento traslada su sede a otra ciudad europea (actualmente se sitúa en Londres), la capital británica perdería su atractivo como entorno propicio para el desarrollo de productos farmacéuticos, lo que podría hacer cambiar de opinión a las empresas japonesas en cuanto a sus inversiones.