Hasta el estallido de la Bolsa china, que ha hecho saltar por los aires todas las esperanzas que había depositadas en el crecimiento, la mayor parte del mercado estaba muy satisfecha con las medidas acomodaticias, esto es, inyecciones masivas de liquidez, de los bancos centrales. Sin embargo, las dudas sobre la "salud" de la economía […]
Dirigentes Digital
| 08 sep 2015
Hasta el estallido de la Bolsa china, que ha hecho saltar por los aires todas las esperanzas que había depositadas en el crecimiento, la mayor parte del mercado estaba muy satisfecha con las medidas acomodaticias, esto es, inyecciones masivas de liquidez, de los bancos centrales. Sin embargo, las dudas sobre la "salud" de la economía llaman la atención sobre unos indicadores que no terminar de remontar y, de nuevo, se pide "más madera" a las autoridades…
La revisión del PIB para el segundo trimestre de Japón ha arrojado una contracción de la actividad del 1,2% en tasa anualizada, menos que el 1,6% esperado, pero una ligera mejoría que no impresiona a los expertos, pues el consenso sigue advirtiendo que la economía nipona sigue siendo "muy frágil".
Y es que, la producción industrial cayó en julio por segunda vez en tres meses, también lo hizo el gasto de los hogares, "desmintiendo nuestras expectativas de que la aceleración del crecimiento salarial a principios de año reforzaría la demanda del consumidor", señala Moody’s. La agencia añade que "las perspectivas se han ‘nublado’ más aún por los acontecimientos externos", pues sus principales socios comerciales también han sufrido una importante pérdida de momentum.
Con todo, reconoce que, en al año fiscal en marcha, la "aún robusta" rentabilidad corporativa apoyará los ingresos del Gobierno (en el segundo trimestre las ganancias empresariales crecieron un 14,8% antes de impuestos) y ayudará a la consolidación fiscal, pero "si la desaceleración económica persiste", también fallarán estos ingresos y el ajuste de las cuentas públicas estará en peligro.
En este sentido, Barclays afirma que si bien el Abenomics se ha dejado notar en la llamada primera flecha, política monetaria, "sigue habiendo trabajo pendiente en relación con la economía real". Para estos analistas se necesita un mayor esfuerzo lo que respecta a las instituciones y cuestiones estructurales, como una reforma del mercado laboral y recortes más audaces en los impuestos societarios.
La entidad británica considera que el Gobierno seguirá adelante con este programa de apoyo, pero, con el tiempo, hay un riesgo de que la incertidumbre política aumente ante el delicado equilibrio que suponen las medidas de política monetaria y la solidez del balance del Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés); la política fiscal flexible y la consolidación fiscal; la estrategia para estimular la inversión del sector privado y los intereses políticos de Abe en la reforma constitucional; y la desaceleración de la economía mundial y la efectividad del propio Abenomics.