La necesidad de transformarse

Ante el vertiginoso, incansable e imparable ritmo de cambios que se está produciendo en el mundo de los negocios y desde la imperiosa y rápida necesidad de transformación de nuestra sociedad, es importante que las organizaciones sean partícipes y protagonistas de la dinámica de transformación que se está produciendo en nuestro entorno.

Las compañías deben acometer la transformación de sus operaciones con el fin de crear mayor valor y la innovación debe ser una constante en el día a día, por lo que su fomento e impulso es la base para incrementar la competitividad de las empresas. Dos de los conceptos clave en cuanto a la utilización de la tecnología por parte de las organizaciones son la digitalización y la transformación. Tenemos ante nosotros un nuevo paradigma tecnológico. La tecnología está cambiando profundamente y las empresas pueden, y deben aprovechar esa tecnología para rentabilizar mejor sus recursos, adaptarse a los cambios y aprovechar las oportunidades del mercado.

En todo esto, el cliente es el elemento esencial. Dada la crisis que vivimos desde hace años, y espero que pronto dejemos detrás, la lucha por el cliente se ha convertido en el epicentro de cualquier movimiento. Ya no podemos limitarnos a reducir más costes en las organizaciones. Ahora, debemos generar ingresos, lo que significa adaptarse al cliente, prever sus reacciones, saber lo que quiere, en qué condiciones. Conocerle, aproximarnos a él, es el elemento esencial desde el punto de vista de utilización de las nuevas tecnologías.

Todo esto nos demuestra que lo que antes valía, cuando todo iba bien, ya no nos sirve. El mundo está cambiando, se está transformando, está evolucionando. Antes, por ejemplo, en muchas empresas, la función esencial del CIO era configurar un entorno tecnológico que permitiese un ahorro de costes notable y que tuviese repercusión inmediata en los resultados. Hoy en día esto no nos vale, las prioridades han cambiado. Ahora, un 70% de estos responsables están más preocupados por generar negocio que por reducir gastos. Por tanto, podemos observar aquí que la función esencial de los CIOs está sufriendo un proceso de cambio en sus organizaciones: Ya no pueden rebajar más los costes. Ahora, tienen que generar ingresos.

Ante esta necesidad de transformación, las TIC se convierten en las herramientas fundamentales para alcanzarla. La clave está en un cambio en la gestión empresarial, en la manera de entender los negocios, algo que tiene una importancia vital para adaptar todos los procesos productivos a un entorno digital. Tenemos por delante, por tanto, el reto de ayudar a nuestros clientes a convertirse en empresas digitales.

Este proceso de digitalización está basado en cuatro pilares fundamentales, difíciles de implementar de manera independiente, que marcarán el negocio IT en un futuro inmediato y permitirán a los clientes convertirse en compañías digitales. Todo modelo de negocio que busque superar los actuales retos del mercado tiene que operar en un entorno de Seguridad, Movilidad, Cloud y que permita la gestión inteligente de datos (Big Data), ya que son la esencia de lo digital en el mundo de los negocios. Además, todos ellos están estrechamente ligados: No se pueden desarrollar estrategias de movilidad si no van acompañadas de conceptos esenciales como la seguridad y confidencialidad de los datos. Tampoco podemos hablar de Big Data si antes no hablamos de Cloud. Lo mismo ocurre con la gestión en la red de las herramientas de management o el uso de datos desde entornos móviles.

Este es el camino que tienen que estar recorriendo ya las organizaciones para enfrentarse a los retos de un futuro inmediato. Su conversión en empresas verdaderamente digitales es ya inaplazable. Es el nuevo espacio de generación de recursos y en el que las TIC y sus gestores jugarán un papel esencial.

José Manuel Desco

Director General de T-Systems Iberia