Entre 2006 y 2008, un técnico informático del banco HSBC en Ginebra, Hervé Falciani, destapó lo que se conoce uno de los mayores escándalos fiscales del siglo. En el listado con los datos que copió de la entidad bancaria estaban los nombres de miles de defraudadores pertenecientes a varios países de la Unión Europea. Aunque […]
Dirigentes Digital
| 09 feb 2015
Entre 2006 y 2008, un técnico informático del banco HSBC en Ginebra, Hervé Falciani, destapó lo que se conoce uno de los mayores escándalos fiscales del siglo. En el listado con los datos que copió de la entidad bancaria estaban los nombres de miles de defraudadores pertenecientes a varios países de la Unión Europea.
Aunque anteriormente se había hecho alguna filtración, no ha sido hasta esta semana cuando se han empezado a hacer públicos los nombres tras una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario francés Le Monde.
Entre los nombres que componen la lista hay numerosas personalidades españolas como Emilio Botín o el piloto de Fórmula 1, Fernando Alonso. Pero la lista de clientes incluye otras personalidades como el cantante David Bowie, el piloto Michael Schumacher, la modelo Elle Mcpherson, el futbolista Diego Forlán o el empresario Flabio Briatore.
En el caso del fallecido Emilio Botín, presidente de Banco Santander, la ICIJ destaca que se habría valido de sociedades en Panamá y las Islas Vírgenes (las dos del HSBC) para ocultar los 2.000 millones de euros correspondientes a su fortuna que finalmente tuvo que regularizar con el pago de 211 millones a Hacienda.
Quién es quién en la lista
Pocas nacionalidades se salvan de aparecen en la lista. Los franceses, con 9.187 nombres, son los que más se repiten, seguido por los británicos (8.844), los brasileños (8.667) y los italianos (7.499). En el caso de España, la lista indica que hay 2.694 clientes, de los que 2.163 tenían cuentas activas en el banco suizo. Aunque el total de los defraudadores relacionados con el país podría llegar hasta los 4.000.
En total, el HSBC, que ya ha admitido el comportamiento ilegal de su división en Suiza, habría facilitado el fraude de hasta 88.378 millones de euros. De hecho, la entidad, ha señalado que "HSBC fue dirigido en el pasado de una forma federada y las decisiones eran tomadas frecuentemente a nivel nacional".