En este ámbito, el anuncio del Gobierno chino a través del Banco Central (PBOC) de que va a permitir la entrada a inversores particulares al mercado de bonos, es extraordinariamente importante en un momento en que las dudas acerca de la solvencia de los emisores de títulos de renta fija, recorren todos los ámbitos de […]
Dirigentes Digital
| 19 feb 2016
En este ámbito, el anuncio del Gobierno chino a través del Banco Central (PBOC) de que va a permitir la entrada a inversores particulares al mercado de bonos, es extraordinariamente importante en un momento en que las dudas acerca de la solvencia de los emisores de títulos de renta fija, recorren todos los ámbitos de la banca de inversión a nivel mundial. Al igual que ocurre con la Bolsa, el mercado de bonos forma parte de lo "desconocido" que, a su vez, es temido y, por tanto, suele darse una imagen ampliamente distorsionada de sus operaciones.
El mercado de renta fija chino se puso en cuestión hace un par de años cuando se produjo el default de una compañía llamada Chaori Solar dedicada a la promoción de energías renovables, la cual impagó de forma parcial un bono de mil millones de yuanes. Aquel hecho provocó un auténtico revuelo pensando que era el "Lehman Brothers" de China cuando realmente era una entidad que formaba parte de un grupo reducido de aproximadamente 250 compañías cuya deuda sobre recursos propios es superior a dos veces y dentro de un segmento todavía más específico como es el "high-yield" o deuda de alto rendimiento que se encuentra por debajo del grado de inversión.
La ausencia de las pronosticadas "quiebras en cadena" ha permitido que la banca controle el proceso de reestructuración de las cuantiosas deudas que tienen las empresas más relacionadas con el sector estatal en un circuito cerrado formado por la banca estatal, las empresas de titularidad pública y los gobiernos locales. La capacidad de crédito de las entidades permite que haya un "aterrizaje suave" de todo este volumen de deuda.
Yendo al terreno concreto del mercado de bonos, el Gobierno chino permite ahora la entrada a inversores que acrediten unas rentas anuales de más de 500.000 yuanes y 3 millones de yuanes en activos con más de dos años de experiencia en inversión. Gracias a esto, el número de inversores nacionales se va a incrementar dando paso a una mayor profundidad de este mercado y con una apertura también mayor hacia los extranjeros. Es clave, en este sentido, el gran peso que tienen los títulos públicos (papel del PBOC, bonos del Ministerio de Finanzas, operaciones principales de financiación en el marco de la política monetaria a través de repos…) sobre los privados; aproximadamente un 95% son títulos públicos.
En sí mismo, este movimiento hará que el tamaño del mercado de bonos se incremente de una forma sustancial. A día de hoy, este mercado sólo representa el 5% de todo el mercado de capitales de China, con unas emisiones netas de 22,3 billones de yuanes en 2015 aunque con un crecimiento espectacular desde 2012. Concretamente, el mercado de bonos chino es 5,6 veces más pequeño que el mercado de renta fija en Estados Unidos, el mayor del mundo con más de 25 billones de dólares (1,5 veces su PIB), seguido del japonés con 12 billones de dólares americanos.
Aunque las cifras nominales puedan resultar llamativas, la realidad es que el mercado de bonos es muy pequeño todavía (al igual que le ocurre a la Bolsa, aunque esta sea 4 veces más grande) y, por tanto, las operaciones que se realizan en él tienen un impacto directo prácticamente inexistente en el resto del mundo. Sin embargo, no queda mucho tiempo para que esta afirmación deje de ser cierta y el mercado de bonos chino sea de los más influyentes a nivel mundial, especialmente con empresas extranjeras que emiten títulos de renta fija denominados en yuanes en mercados como el clearing hub de Frankfurt.