La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, da un giro de 180 grados respecto a Podemos, al que había negado la posibilidad de un pacto con el PSOE porque tenía como objetivo "destruir al partido". Pedro Sánchez ha encontrado la vía despejada para explorar un pacto de izquierda después de su viaje a Lisboa, que servía para ejemplificar un posible Gobierno socialista con el respaldo de fuerzas de izquierda, tal como ha pasado en Portugal después de las elecciones del pasado mes de octubre.
Al dirigente socialista se le habían amotinado los barones regionales del partido que negaban la posibilidad de un acuerdo PSOE-Podemos, pero en las últimas horas se ha producido un giro de posiciones. "Si Rajoy no consigue formar Gobierno, Pedro Sánchez tiene toda la legitimidad para conformar una alternativa", ha indicado Díaz, en una entrevista radiofónica. La presidenta de Andalucía encabezaba la oposición de que el candidato socialista para intentar llegar a acuerdos con Podemos. Eso sí ha remarcado que aunque Sánchez cuente con la confianza del Comité Federal es innegociable "la defensa de la unidad de España, lo que supone que quienes negocien renuncien previamente a la autodeterminación", ha dicho sin hacer referencia a Podemos, que plantea la exigencia de un referéndum para Cataluña.
"Si Podemos no renuncia a ello significará que tiene un pacto oculto con las fuerzas con las que ha confluido en estas elecciones, algo que tendrá que explicar el secretario general de este partido, Pablo Iglesias", ha indicado.
Desde Lisboa, en un viaje lleno de simbolismo, Sánchez ha logrado taponar temporalmente el debate sobre su liderazgo, varios barones abogaban por repetir elecciones y abrir el proceso de elección de secretario general del partido. El dirigente socialista por primera vez ha logrado el apoyo público de Susana Díaz para liderar una alternativa de Gobierno. Sánchez ha propuesto "una gran coalición de fuerzas progresistas" para gobernar y "liderar el cambio en España". Además, de rechazar de forma tajante la gran coalición que propone el PP.
Como Sánchez el dirigente socialista luso, Antonio Costa, quedó segundo en las elecciones del país del pasado mes de octubre. Tras el fracaso de la coalición conservadora de Passos Coelho de formar Gobierno, accedió al poder con un pacto entre el Bloque de izquierda, muy próximo a Podemos, y el Partido Comunista, en la investidura. Sin embargo, para Sánchez la ecuación es mucho más difícil. Para empezar deberá alcanzar el entendimiento con Podemos, enconados en el derecho a decidir en Cataluña. Y luego contar con el apoyo de Ciudadanos, que ya se ha negado a facilitar un Gobierno de estas características, o con fuerzas nacionalistas como ERC o PNV.