En su reciente publicación “Perspectivas de empleo 2017”, la OCDE ofrece un análisis sobre los cambios que puede producir la automatización en el mercado laboral. La OCDE realiza una estimación de los puestos de trabajo con alto riesgo de automatización, es decir aquellos que tienen una probabilidad de al menos un 70% de ser automatizados. […]
Dirigentes Digital
| 29 jun 2017
En su reciente publicación “Perspectivas de empleo 2017”, la OCDE ofrece un análisis sobre los cambios que puede producir la automatización en el mercado laboral. La OCDE realiza una estimación de los puestos de trabajo con alto riesgo de automatización, es decir aquellos que tienen una probabilidad de al menos un 70% de ser automatizados. El elevado riesgo de automatización afecta, en promedio, a un 9% de los puestos de trabajo en la OCDE. El análisis muestra que las tareas que tienen la mayor probabilidad de ser sustituidos por la tecnología serán aquellas que se refieren al intercambio básico de información, ventas y compras y las que implican habilidades manuales sencillas. El riesgo de automatización es, por tanto, especialmente elevado entre los trabajadores con ocupaciones de baja cualificación, mientras que afectará mucho menos a los empleados con un alto nivel de formación. Por ello, la OCDE hace especial hincapié en la necesidad de recualificación y formación adicional de los trabajadores que puedan perder inicialmente su empleo por la automatización, a fin de que tengan la oportunidad de acceder a nuevos puestos de trabajo con otro contenido. Entre los países de la OCDE, el mayor riesgo de automatización corresponde a Grecia con un 12,9%, figurando a continuación Alemania y Austria, ambos con un 12,2%. En España, los puestos de trabajo con alto riesgo de automatización suponen un 11,7%. El Reino Unido supera levemente el 10%, mientras que Italia y los Países Bajos comparten un 9,7%. Los Estados Unidos se sitúan algo por debajo del promedio de la OCDE al igual que Francia. Los Países que tendrán un menor riesgo de automatización de los puestos de trabajo serán, sobre todo, Finlandia (6,6%), Estonia (6,3%) y Corea (5,9%).