La crisis financiera española influyó de forma decisiva en la dinámica tradicional del sector financiero, su estructura, su regulación, así como en la configuración de un nuevo contexto económico y escenario competitivo. En paralelo, en estos años han surgido “nuevas tendencias sociales y tecnológicas como la movilidad y la demanda de productos y servicios personalizados […]
Dirigentes Digital
| 06 abr 2017
La crisis financiera española influyó de forma decisiva en la dinámica tradicional del sector financiero, su estructura, su regulación, así como en la configuración de un nuevo contexto económico y escenario competitivo. En paralelo, en estos años han surgido “nuevas tendencias sociales y tecnológicas como la movilidad y la demanda de productos y servicios personalizados del nuevo consumidor digital”, señala el estudio “El nivel de madurez digital Sector Financiero en España”, realizado por KPMG y Funcas. Según este Observatorio de Digitalización Financiera (ODF), el conjunto de todos estos factores ha culminado en una nueva realidad bancaria. Entre los retos que debe superar la banca española a corto plazo destacan: la escasa rentabilidad, la concentración sectorial, un marco normativo mucho más exigente y, por influencia directa de las nuevas tecnologías, el aumento de los competidores. Como consecuencia de la disminución de las barreras de entrada al sector aparecen estos nuevos competidores que se dividen en dos grupos principales: fintech y GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple). Este último grupo está formado por grandes compañías tecnológicas que han traspasado las fronteras de su ámbito de actuación tradicional y adquieren relevancia en nichos rentables del negocio bancario. El 81% de las entidades consultadas por este observatorio ve la transformación digital como una prioridad dentro de sus planes estratégicos. Dentro de la estrategia digital, los principales objetivos perseguidos por las entidades financieras son: el desarrollo de canales digitales y sus funcionalidades, la creación de una cultura digital interna y el tratamiento de los datos del cliente. Dentro de la adaptación de la estructura organizativa a este proceso de transformación, la mayoría de bancos han creado equipos centrados en liderar e impulsar la transformación digital. Sin embargo, en otros bancos la agenda digital se está desarrollando desde departamentos existentes, como Marketing, Canales o Tecnología y Operaciones. Las iniciativas que enmarca el plan de acción de la mayoría de empresas del sector están relacionadas con la automatización de procesos, modelos analíticos, estrategias CRM y con el desarrollo de nuevas funcionalidades en los canales digitales. un 88% de las entidades promueve además la innovación abierta, mediante iniciativas de formación y con la creación de laboratorios de innovación. Mientras, el 81% de las entidades optan por formar a sus trabajadores de manera interna, mediante programas de mentoring y training. Nuevos modelos de negocio El 75% de las entidades que han participado en el observatorio realiza acuerdos con empresas fintech, el 56% está desintermediando su modelo de negocio, y el 75% realiza acuerdos de co-creación. Este tipo de estrategias están destinadas a ofrecer nuevos servicios y productos al nuevo tipo de consumidor. El cliente actual es omnicanal, por este motivo, las entidades están avanzando en este sentido desde la multicanalidad. El 100% de las entidades de nuestro país dispone de banca electrónica y banca móvil y el 88% cuenta con un call center y perfiles en las redes sociales, sobre todo Twitter, Facebook, Youtube o LindeIn. Por su parte, un 6% de las entidades de nuestro país cuenta con infraestructuras en la nube pública, y un 38% dispone de nube privada. Solo el 13% de los grupos no cuenta con ninguna, aunque estima comenzar con su desarrollo en los próximos años. Todos estos procesos de adaptación a la nueva era digital que están abordando o ya han sido superados por los bancos españoles tienen en común una necesidad, garantizar la seguridad. La transformación digital conlleva nuevos riesgos que anteriormente no se contemplaban. Por este motivo, el 100% de las entidades encuestadas contempla la ciberseguridad como uno de los principales desafíos a los que se enfrenta. Asimismo, el 29% de las entidades invierte hasta un 10% de su presupuesto global de seguridad en iniciativas de ciberseguridad, el 64% dedica entre un 10 y un 15%, y un 7% más de la mitad.