Si no puedes con tu enemigo, únete a él. Esta es la táctica que está empezando a llevar a cabo la banca tradicional ante el avance de los robo advisors, que parecían amenazar el negocio de las entidades de crédito. Los robots financieros son los asesores del siglo XXI. El volumen de activos que gestionan […]
Dirigentes Digital
| 21 dic 2017
Si no puedes con tu enemigo, únete a él. Esta es la táctica que está empezando a llevar a cabo la banca tradicional ante el avance de los robo advisors, que parecían amenazar el negocio de las entidades de crédito. Los robots financieros son los asesores del siglo XXI. El volumen de activos que gestionan en Estados Unidos ha pasado de 2.300 a 20.000 millones de dólares en solo cuatro años, según un estudio de Deutsche Bank publicado este verano. Su éxito se basa en la automatización y en una infraestructura mucho más barata. Aunque los millennials han sido los primeros que se han dejado seducir por esta nueva forma de inversión online, que prescinde del clásico asesor y lo transforma en un algoritmo capaz de gestionar una cartera de inversión en función de las preferencias del cliente, el informe del banco alemán señala que personas más ricas y con más educación de entre 40 y 50 años también parecen confiar en ellos. Comisiones más bajas Sin duda, los costes bajos de este tipo de herramientas digitales les han dado el mayor empujón. Deutsche Bank señala que “la comisión media anual de los asesores financieros es habitualmente de en torno al 1 % para una cartera de hasta 100.000 dólares” mientras que para una cartera similar, “los robo advisors estadounidenses aplican alrededor del 0,4 %”, incluso algunos ofrecen servicios gratuitos para inversiones de hasta 10.000 dólares. Precisamente, otra de las ventajas de estos robots es que permiten democratizar el sector de la inversión, no solo al reducir los costes, sino al permitir a los ahorradores de a pie invertir cantidades bajas. Sin embargo, el mismo estudio señala que “los robo advisors europeos de media cargan comisiones sustancialmente más altas (0,8 %) que los estadounidenses (0,4 %)” FeelCapital, Finanbest, Finizens o Indexa Capital son algunos de los robo advisors presentes en España, todos ellos autorizados por la CNMV. De hecho, para distinguir un robo advisor legítimo de un chiringuito financiero oportunista podemos recurrir a los registros de la CNMV, ya que las compañías que ofrecen servicios de asesoramiento automatizado en España están reguladas por el organismo nacional, señalan desde el comparador financiero HelpMyCash.com. La banca se une a la ‘fiesta’ Ante el crecimiento de estos robots, la banca ha reclamado su parte de la tarta. El pasado mes de septiembre Andbank España lanzó MyInvestor. Está pensado para clientes que quieran invertir hasta un máximo de 100.000 euros. El robot, que invierte en ETF y fondos de clase institucional, ofrece cinco perfiles distintos: moderado, equilibrado, inversión, dinámico y agresivo. La apertura es virtual y sencilla: solo es necesario abrir una cuenta mediante un selfie. Septiembre también fue el mes escogido por Bankinter para presentar su robo advisor: Popcoin, una plataforma digital que permite a los ahorradores acceder a una cartera de fondos de inversión desde solo 100 euros, “igual a las diseñadas para clientes de altos patrimonios”, anunciaba la entidad por aquel entonces. Su funcionamiento es sencillo: solo hay que registrarse, vincular una cuenta de cualquier entidad y rellenar un cuestionario en el que tendremos que indicar nuestro perfil y preferencias de inversión y la cantidad de dinero que queremos aportar. “A partir de ese momento, la plataforma propondrá una cartera de inversión formada por una selección premium de fondos de inversión realizada por Bankinter”, apuntan desde el banco. Tampoco ha querido quedarse atrás EVO Banco, que ha puesto la tecnología de los robo advisors al servicio de sus clientes. El Plan de Inversión Inteligente utiliza algoritmos financieros para decidir en qué activos es mejor invertir, de forma totalmente automatizada y virtual. Ofrece cinco opciones de inversión que recomienda a sus usuarios en función de su perfil. Puede contratarse por Internet desde solo 50 euros, aunque requiere aportaciones mensuales de al menos 30. Por último, no hay que olvidar la propuesta de ING, bautizada como My Money Coach y estrenada durante marzo de 2016. Se trata de un servicio gratuito de asesoramiento virtual, para que los clientes de la entidad puedan sacar mayor partido a su dinero, que ofrece a sus usuarios propuestas personalizadas en función de su perfil.