Según publicaba ayer Financial Times, Italia podría decidir actuar por su cuenta para salvar con fondos públicos a los bancos más dañados, desafiando así las normativas europeas en cuanto a rescates bancarios. Y es que las nuevas normas europeas estipulan que serán los accionistas, los bonistas y los grandes depositantes los que deberán afrontar el […]
Dirigentes Digital
| 05 jul 2016
Según publicaba ayer Financial Times, Italia podría decidir actuar por su cuenta para salvar con fondos públicos a los bancos más dañados, desafiando así las normativas europeas en cuanto a rescates bancarios. Y es que las nuevas normas europeas estipulan que serán los accionistas, los bonistas y los grandes depositantes los que deberán afrontar el rescate de las entidades para que no sean los contribuyentes quienes lo hagan. Sin embargo, las nuevas informaciones apuntan a que el Gobierno italiano se ceñirá a lo acordado hasta ahora con Bruselas.
Es precisamente la salud del sector financiero italiano una de las cuatro incertidumbres que estos expertos (Link Securities) destacan de cara a la segunda mitad de 2016. Más allá de las negociaciones y el desarrollo de los acontecimientos en torno al Brexit, que continuarán como un rumor de fondo constante en los mercados, estos aún deben afrontar las elecciones presidenciales de Estados Unidos; la evolución de la economía de China; así como el referéndum, también en Italia, sobre la reforma de su Constitución, en la que Renzi ha comprometido su puesto y que podría derivar en nuevas elecciones. Un contexto convulso, en el que recomiendan, por tanto, prudencia a la hora de diseñar cartera, "dando un peso relativo importante a los valores de corte defensivo".
La Comisión Europa ya ha autorizado la inyección de 40.000 millones de euros de capital y 150.000 millones más en avales según The Wall Street Journal. Esta inyección supondría la nacionalización parcial de algunas entidades. Aunque desde que entró en vigor la Unión Bancaria, los futuros rescates de los bancos estaban diseñados para que el Estado no aportara capital directamente, sino que se generara a través del propia sistema, los Gobiernos pueden inyectar fondos extraordinarios en circunstancias excepcionales de estrés sistémico (como la provocada por el Brexit), sin violar las normas sobre ayudas públicas.
Desde Europa crece la preocupación acerca de cómo pueden afectar las turbulencias de los mercados al sector bancario italiano, aunque esperan que los bancos no necesiten ser rescatados, ya que los rescates bancarios que se han producido en la Zona Euro han generado dudas al Ejecutivo comunitario sobre si suponen ayudas ilegales de los Estados.
El sector italiano ya se encontraba en una situación delicada con una exposición de 360.000 millones de euros en créditos dudosos. Pero el Brexit ha golpeado aún con más fuerzas a las entidades transalpinas, provocando grandes pérdidas en Bolsa y poniendo en duda la solvencia de algunas entidades.