En total, la banca cotizada en el Ibex 35 ha pasado de contar con una capitalización de 161.149 millones de euros a cierre de 2015 a 141.235 millones de euros. La entidad que más valor de mercado ha perdido ha sido el Banco Santander, con 8.992 millones de euros menos de valor de mercado respecto […]
Dirigentes Digital
| 29 ene 2016
En total, la banca cotizada en el Ibex 35 ha pasado de contar con una capitalización de 161.149 millones de euros a cierre de 2015 a 141.235 millones de euros. La entidad que más valor de mercado ha perdido ha sido el Banco Santander, con 8.992 millones de euros menos de valor de mercado respecto al cierre de diciembre, dejando su capitalización en 56.799 millones de euros. Le sigue BBVA con la pérdida de casi 5.638 millones de capitalización bursátil, pasando de 42.905 a cierre del 2015 hasta los 37.537 millones actuales.
Sin embargo, la entidad que más ha caído en rendimiento es el Banco Popular, que ya pierde un 18% en lo que va de año. Su capitalización se ha visto mermada desde los 6.588 millones de finales de 2015 hasta los 5.367 millones actuales.
El peor desempeño en lo que va de año es para Banco Popular. La entidad financiera se encuentra en los mínimos de los últimos 20 años con una caída del 18,5% que ha dejado su cotización en 2,47 euros por acción. De hecho, y por primera vez en su historia, Bankinter lograba superar a la entidad presidida por Ángel Ron en términos de capitalización.
El único que se salva de la quema y vuelve a rentabilidades positivas en lo que va de año es Sabadell, con un retorno cercano al 2% en el periodo.
Por su peso en el selectivo, la peor parte se la lleva sin duda Santander y CaixaBank, con caídas superiores al 13% en un enero nefasto para el sector. El banco presidido por Ana Botín cotiza actualmene en 3,9 euros por acción, lo qeu a juicio de numerosos expertos representa una magnífica oportunidad de entrada.
Todo a pesar de que los resultados del sector publicados esta semana han sido bien acogidos por el mercado. Para Rodrigo García, analista de XTB, "a pesar de todas las dudas y el escenario de incertidumbre, la única realidad es que estas compañías han superado con nota el ejercicio 2015". A su juicio, "los inversores no eran ajenos a este acontecimiento y la presión compradora dominaba a las compañías financieras".
En su última carta a los inversores, José Ramón Iturriaga, gestor de Abante, insistía en que "antes de entrar a valorar el retorno del sector, hay que tener clara una premisa: los bancos españoles ya no tienen muertos en el armario que puedan tirar por tierra la rentabilidad, sea cual sea". Reconoce que las cuentas de resultados de las entidades financieras "no brillan con el esplendor que nos gustaría", pero asegura que esto se debe al peso de la cartera antigua, "de cuando en España se daban hipotecas por doquier con diferenciales muy estrechos".
Para el gestor, "levantando un poco la cabeza, se puede comprobar cómo las nuevas concesiones de créditos y préstamos ofrecen mejores rentabilidades. Además, en el contexto económico actual resulta razonable pensar que los márgenes actuales no están en riesgo".
Bajo este escenario, explica que los bancos domésticos españoles, "que cotizan por debajo de su valor en libros, con rentabilidades razonables a la vuelta de la esquina y una más que probable última vuelta de tuerca en el proceso de concentración del sector", parecen una buena opción para invertir este año.
Menos optimista se muestra Diego Jiménez Albarracín, responsable de renta variable de Deutsche Bank. La firma ha reducido su apuesta por BBVA y Santander por su exposición a economías emergentes. "En banca doméstica uno de nuestros favoritos es Bankia, por la posibilidad de que sea absorbida por otra entidad", indica Jiménez-Albarracín. Aún así, confían en el repunte del sector ante la caída de la morosidad, el desplome de las provisiones, y una mejora prevista en los márgenes de las entidades.
La mayoría coincide en que el sector sufre, y mucho, por su exposición a los emergentes vía Latinoamérica y la incertidumbre política doméstica que nubla sus perspectivas. Pero Fitch considera que la perspectiva es estable, y con esto quiere decir que "las presiones sobre la rentabilidad y los activos problemáticos heredados están equilibrados con la continúa reducción de la morosidad y las medidas de apoyo al capital".
A Olivier Le Braz, de Rothschild & Cie Gestion, si le "gusta" la banca española, eso sí, la doméstica que se beneficia de la recuperación en marcha, como CaixaBank o Banco Popular, pues Banco Santander y BBVA, como global players, se ven más afectados por las turbulencias que afectan a los mercados internacionales. David Ardura, de Gesconsult, prefiere mirar desde la barrera a un sector que se enfrenta, entre otros muchos retos, a un entorno de bajos tipos de interés, estrechos márgenes y, de nuevo, una elevada exposición a Latinoamérica.