La caída del petróleo trae en jaque a la economía mundial, pero a los países que son netamente importadores de energía supone una bendición. El precio barato del crudo es uno de los elementos clave para explicar el actual ritmo de crecimiento de la economía española, junto a los tipos bajos. Los economistas lo denominan […]
Dirigentes Digital
| 05 feb 2016
La caída del petróleo trae en jaque a la economía mundial, pero a los países que son netamente importadores de energía supone una bendición. El precio barato del crudo es uno de los elementos clave para explicar el actual ritmo de crecimiento de la economía española, junto a los tipos bajos. Los economistas lo denominan vientos de cola.
La nueva caída de precios puede seguir impulsando aún más a la economía española. Si se mantiene estable alrededor de los 30 dólares, el PIB podría dispararse hasta el 3,5%, tres décimas más que 2015, según maneja el Ministerio de Economía.
Este avance se explica porque España exporta casi el 100% del consumo de petróleo. Según los presupuestos generales de 2016, España gastará 30.000 millones, pero se elaboraron tomando de referencia el petróleo a 68,8 dólares. Con el barril a 30 dólares si mantiene en estos niveles y con un cambio de divisas estable supondrá un ahorro de 17.000 millones.
Este ahorro se notará en toda la economía española, la reducción del gasto lo notarán las familias y empresas españolas en su factura energética, que supondrá una mayor renta disponible y mayor consumo que terminará impulsando el PIB.
El Gobierno estableció los presupuestos en base a un crecimiento del 3% con el petróleo rozando los 70 dólares. El ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo hace pocas semanas que con un escenario actual del petróleo como este para todo el año, el PIB podría acelerarse al 3,5% a final de 2016.