La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha hecho público su informe preliminar sobre la economía participativa en el que pide desregular sectores como el del alojamiento turístico o el transporte de pasajeros en contra de la opinión de los operadores dominantes. En el documento, que se somete a consulta pública, Competencia […]
Dirigentes Digital
| 11 mar 2016
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha hecho público su informe preliminar sobre la economía participativa en el que pide desregular sectores como el del alojamiento turístico o el transporte de pasajeros en contra de la opinión de los operadores dominantes.
En el documento, que se somete a consulta pública, Competencia plantea una serie de modificaciones para encajar nuevos modelos empresariales como Uber o Airbnb.
Reuters informa de que, aunque las conclusiones pueden llegar a afectar a empresas como Uber, que enfrentan duras críticas y demandas judiciales en medio mundo, el informe puede afectar a muchas otras alternativas, de redes sociales o incluso vecinales, bajo las propuestas de servicios colaborativos.
"La economía colaborativa, y la innovación disruptiva que implica, es una enorme oportunidad para fomentar una mayor competencia en los mercados", expresa la CNMC en un comunicado. "La CNMC entiende que este proceso se tiene que afrontar con cautela, de forma transparente y teniendo en cuenta todas las opiniones", añade.
En el sector del taxi, la institución habla de "importantes obstáculos a la competencia" y propone libertad de acceso a un mercado que, en su opinión, se ha visto perjudicado por las restricciones de acceso dada la existencia de licencias limitadas y también por unas tarifas reguladas que considera oportuno eliminar. "Una eliminación de las tarifas reguladas generaría una mayor eficiencia en el funcionamiento del mercado, de forma que los precios serían un reflejo de la escasez del mercado, pudiendo reducir los precios en aquellos momentos donde la demanda sea menor y aplicar precios mayores en momentos de mayor demanda", expone.
En este contexto, y con el fin de aumentar la competencia, la CNMC recomienda eliminar las restricciones de acceso por el actual límite de licencias, establecer coberturas de seguros "proporcionadas" que permitan la entrada de nuevos actores o eliminar la obligación de disponer de un mínimo número de vehículos.
Adicionalmente, pide otra serie de medidas para reducir las restricciones a nuevos operadores, desde la eliminación de requisitos de calidad y seguridad "desproporcionados" a la eliminación de horarios obligatorios o la obligatoriedad de contratar previamente un vehículo con conductor permitiendo que, al igual que los taxis, otras alternativas puedan buscar y recoger clientes en la calle.
También en el ámbito de los apartamentos turísticos, la CNMC pide eliminar las restricciones de ámbito territorial de las licencias y pide que se dote de mayor libertad de acceso al uso de estas viviendas. Para ello, pide eliminar las condiciones de estancias máxima o mínima o las moratorias en la autorización y pide eliminar otras barreras que actualmente "contienen obstáculos de acceso al mercadeo y suponen limitaciones a la competencia en el sector".
La visión que Competencia tiene de la economía colaborativa contrasta con la de los trabajadores y la industria afectada y con la legislación de algunas comunidades autónomas o, incluso, el Estado. De hecho, el mes pasado, más de mil taxistas se manifestaron en Madrid contra la CNMC y la posible liberalización del sector que propone.
Las cifras de la economía colaborativa
También el sector turístico se ha visto afectado por el crecimiento de la economía colaborativa. El grupo de empresas turísticas Exceltur denunció hace unos meses que la rápida propagación de plazas no reguladas estaba contribuyendo al aumento de los alquileres en los barrios céntricos de las grandes ciudades y a la expulsión de la población residente. Además, calculaba que en 2015 existían unos 2,7 millones de plazas en viviendas turísticas en España y que Hacienda dejaba de ingresar unos 800 millones de euros al año por la falta de control fiscal en estos apartamentos.
Un informe de la consultora EY en verano mostró que el negocio del alquiler de viviendas para usos turísticos ha aumentado a un ritmo de dos dígitos en los últimos años y que entre 2010 y 2014 había crecido casi un 60%.