Macedo aseguró que nada tiene que ver con la operación, pero que deja el cargo para evitar que el Gobierno portugués pueda verse salpicado por este escándalo. Macedo aseguró no asumir ninguna culpa o responsabilidad personal en esta trama. Sin embargo, dijo que es consciente de que políticamente estos temas se perciben de forma diferente y para evitar la falta de credibilidad del Ejecutivo del conservador Passos Coelho.

La Operación Laberinto ha destapado la existencia de una red que supuestamente proporcionaba visados gold a personas extracomunitarias de forma irregular. Este tipo de visados fueron una de las medidas tomadas por el Ejecutivo actual en 2013, con los que se preveía emitir autorizaciones de residencia a aquellos ciudadanos no comunitarios que realizaran fuertes inversiones en el país. Entre las condiciones que permiten uno de estos permisos se encuentra la compra de inmuebles por un valor superior a los 500.000 euros.

Por el momento, hay once detenidos entre los que se encuentran el director del Servicio de Extranjería y Fronteras, Manuel Jarmela, el presidente del Instituto de Registro y Notariado (INR) y la secretaria general del Ministerio de Justicia, Maria Antonia Anés. La renuncia del ministro se suma a la dimisión de la semana pasada de la secretaria general del ministerio de Ambiente, Albertina Gonçalves.

El ahora exministro es amigo personal de uno de los detenidos en la operación. Concretamente de Antonio Figueiredo, presidente del Instituto de Registros y Notariado (IRN), por sospechas de corrupción, tráfico de influencias y blanqueamiento de capitales.