Detrás de este descenso de los precios está la caída de los del petróleo, que esta mañana llegaban a situarse por debajo de los 50 dólares el barril de Brent. Este dato es clave ya que no se contabiliza en la inflación subyacente, que ha subido una décima hasta el 0,8%, frente al 0,7% que […]
Dirigentes Digital
| 07 ene 2015
Detrás de este descenso de los precios está la caída de los del petróleo, que esta mañana llegaban a situarse por debajo de los 50 dólares el barril de Brent. Este dato es clave ya que no se contabiliza en la inflación subyacente, que ha subido una décima hasta el 0,8%, frente al 0,7% que esperaban los expertos. Así, los miembros del BCE contrarios al QE (programa de quantitative easing) aún tienen excusa para intentar impedir que Mario Draghi lance el esperado programa de compra de deuda en la reunión del próximo 22 de enero.
Sin embargo, es evidente el retroceso de los precios eleva el riesgo de deflación en la zona euro. Y esto podría respaldar una mayor contundencia por parte del BCE. Desde Bank of America Merrill Lynch apuntan a que las adquisiciones oscilarían entre los 180.000 y los 360.000 millones de euros al año.
"Estos datos ponen en relieve la necesidad de que el BCE actúe en el primer trimestre anunciando un programa de compra de bonos. Sin embargo, en nuestra opinión, no parece tan evidente que vaya a hacerlo en la próxima reunión del día 22, puesto que probablemente necesite más evidencias acerca de la evolución del crecimiento y la inflación y especialmente conocer el desenlace de las elecciones en Grecia que se celebrarán el próximo 25 de enero", explican desde Bankinter.
A juicio de los expertos, este dato podría tener un impacto negativo en el mercado, por el temor que despierta la deflación. "No obstante, bajo nuestro punto de vista, se trata de una noticia positiva, puesto que el reducido nivel de inflación supone una ventaja en términos de competitividad vía precios", sentencian.