El consejero delegado, Gabriel Escarrer, destaca que "el primer trimestre del año apunta a una temporada extraordinaria en el ámbito vacacional y muy positiva también en la hotelería urbana en España, que debemos aprovechar para seguir apostando por una mejora cualitativa y de la rentabilidad".
En el plano financiero, añade, "seguimos mejorando nuestra gestión, lo cual, junto al éxito de conversión (99,96% de aceptación) obtenido en la reciente amortización de bonos por importe de 250 millones de euros nos permite afrontar los retos futuros con una mayor fortaleza financiera, permitiendo también mejorar nuestra cuenta de resultados al reducir de una forma aún más importante los gastos financieros".
La compañía destaca que los resultados positivos se deben a una mejora de la demanda interna en España, tanto familiar como de negocios y segmento, buena evolución de los productos premium en segmento vacacional o urbano y por la desafortunada situación sociopolítica en destinos alternativos como el norte de África, con impacto sobre todo en el incremento de demanda hacia las Islas Canarias.
La compañía destaca que el segundo trimestre se presenta complicado por las perspectivas de una demanda a la baja en la zona del Caribe. La temporada baja será peor de lo previsto, a pesar de que la compañía intentará paliar los efectos con una política de precios agresivos. Para Meliá, esta situación tendrá un impacto menor en Cancún y Riviera Maya dado que los hoteles de la Compañía en la zona tiene una buena base de negocio del grupo. Por otro lado, Punta Cana estará sujeta a un impacto mayor debido a su menor exposición al segmento de Grupos.