El balance anual de Mariano Rajoy ha estado marcado por el futuro político y los pactos, pero ha tenido tiempo para la economía. El presidente ha adelantado que la economía española cerrará 2015 con un crecimiento del PIB del 3,2%, una décima menos que lo estimado por el propio Ejecutivo. El anuncio del presidente coincide […]
Dirigentes Digital
| 29 dic 2015
El balance anual de Mariano Rajoy ha estado marcado por el futuro político y los pactos, pero ha tenido tiempo para la economía. El presidente ha adelantado que la economía española cerrará 2015 con un crecimiento del PIB del 3,2%, una décima menos que lo estimado por el propio Ejecutivo.
El anuncio del presidente coincide con la previsión del Banco de España, tras observar que la economía creció un 0,8% en el último trimestre del año. La entidad señala que la evolución de la actividad en el último trimestre del año está siendo ligeramente más favorable de lo anticipado en septiembre, lo que ha conducido a una revisión al alza, de una décima, de la tasa estimada de crecimiento medio anual del PIB en 2015,hasta el 3,2 %.
También mejora en una décima sus pronósticos para 2016 en una décima hasta el 2,8%, aunque resalta que será inferior al presente ejercicio. "En el próximo ejercicio se espera una continuación del comportamiento dinámico de la actividad, aunque su ritmo de avance sería algo inferior a lo observado en trimestres recientes, como consecuencia de la moderación de algunos de los impulsos expansivos actualmente vigentes. En concreto, se estima que el crecimiento medio anual del PIB en 2016 podría alcanzar el 2,8 %.
El Banco de España advierte que sus previsiones contemplan un riesgo al alza de que sean más bajas, "fundamentalmente como consecuencia de la posibilidad de que la proyectada desaceleración de las economías emergentes sea más pronunciada de lo previsto en la actualidad, lo que podría ser resultado de un endurecimiento de sus condiciones de financiación en un contexto de disminución del apetito por el riesgo. Y alerta que internamente el riesgo se sitúa a la evolución del contexto político. "La principal fuente de incertidumbre está asociada al curso de las políticas económicas, dada la influencia que ejercen, en particular, la agenda reformadora y la política presupuestaria sobre la confianza y las decisiones de gasto de los agentes".