Los resultados de la eléctrica alemana E.ON cayeron y registró una pérdida neta de 3.000 millones en los seis primeros meses del año. La compañía achaca estas pérdidas al cargo adicional que supusieron los problemas en Uniper, donde invirtieron 2.900 millones en el saneamientos de las instalaciones de almacenamiento de gas, así como de 900 […]
Dirigentes Digital
| 10 ago 2016
Los resultados de la eléctrica alemana E.ON cayeron y registró una pérdida neta de 3.000 millones en los seis primeros meses del año. La compañía achaca estas pérdidas al cargo adicional que supusieron los problemas en Uniper, donde invirtieron 2.900 millones en el saneamientos de las instalaciones de almacenamiento de gas, así como de 900 millones de euros en provisiones. Los ingresos también se redujeron, cayendo un 11% hasta los 20.250 millones de euros.
E.ON, al igual que otras empresas de servicios públicos en Alemania y otras partes de Europa, se ha visto afectada por los precios drásticamente bajos de la electricidad en medio de un exceso de energía generado por un aumento en las renovables y los bajos precios de las materias primas.
En junio, E.ON obtuvo la aprobación de los accionistas para un plan con el que separar las actividades energéticas y comerciales. Con el nacimiento de Uniper las actividad energética se diferenciaba de la comercial. Sin embargo, esta operación ha supuesto unos costes.
E.ON ha confirmado que su deuda neta llegó al 24.800 millones de euros a finales de junio, frente a los 21.300 millones de finales de 2015.