Es un espacio fuera de lo común, un remanso de paz con interiores de inspiración oriental en el que todo está pensado hasta el más mínimo detalle. Ideal para una escapada perfecta. Las suites decoradas con madera de sicomoro, muebles de cerezo y paredes tapizadas en tonos crudos con delicados carrés Hermès enmarcados, son solo […]
Dirigentes Digital
| 13 jul 2015
Es un espacio fuera de lo común, un remanso de paz con interiores de inspiración oriental en el que todo está pensado hasta el más mínimo detalle. Ideal para una escapada perfecta. Las suites decoradas con madera de sicomoro, muebles de cerezo y paredes tapizadas en tonos crudos con delicados carrés Hermès enmarcados, son solo unas pinceladas de lo que va a encontrar.
En Alva Park, todas sus estancias son acogedoras suites, pero la Suite de las suites, es la 163. Tiene 380 metros cuadrados, con un espectacular baño en mármol proveniente de Brasil, gran jacuzzi, bañera de hidromasaje, cama de agua para automasaje y una sala de ducha -con paredes y suelo laminados en oro-, en la que podemos ajustar iluminación y música a nuestro estado de ánimo.
En el salón de la 163, con un espectacular sofá de Roche Bobois hecho a medida, conviven en armonía piezas arqueológicas de más de dos mil años de antigüedad con los mayores caprichos tecnológicos que proporciona la domótica, como una pantalla gigante para ver una de las más de trescientas películas disponibles en la videoteca mientras degusta algunas de las delicadezas gastronómicas que ofrece su Room Service. En la misma suite, un gimnasio invita a hacer ejercicio con aparatos de última generación y una bicicleta estática que firma la marca Hermès.
El dormitorio principal de la Suite 163, con delicado cubrecamas de Chantilly y un gran dosel, respira romanticismo. Pero sin duda, la auténtica delicia de esta suite es su comedor privado del que ahora no vamos a desvelar su "secreto" pero sí les podemos adelantar que en él vivirán una velada inolvidable llena de experiencias gastronómicas y sensoriales.
Uno de los rincones más especiales de Alva Park lo encontramos en El Baño de la Princesa Hindú, un lugar mágico para abandonarse flotando en agua salada y caliente con música subacuática. No es solo una piscina cubierta, es un espacio singular y relajante para disfrutar de un baño con los cinco sentidos, acompañados de las miradas de pétreas diosas hindúes y, si usted lo desea, hará que "llueva" mientras está sumergido en el agua.
Puede leer la información completa en nuestra revista DIRIGENTES de julio/agosto.