A pesar de que la expansión económica sigue ganando impulso y apoyando su apuesta por la renta variable. Luca Paolini, estratega jefe de Pictet, reconoce que sin embargo, seguimos neutrales en bonos globales. Hemos tomado beneficios en deuda de alta rentabilidad de EEUU, si bien sobreponderamos deuda del Tesoro de EEUU como cobertura contra una […]
Dirigentes Digital
| 13 abr 2017
A pesar de que la expansión económica sigue ganando impulso y apoyando su apuesta por la renta variable. Luca Paolini, estratega jefe de Pictet, reconoce que sin embargo, seguimos neutrales en bonos globales. Hemos tomado beneficios en deuda de alta rentabilidad de EEUU, si bien sobreponderamos deuda del Tesoro de EEUU como cobertura contra una decepción respecto a su economía (la administración Donald Trump no ha podido legislar la reforma del sistema de salud, avivando inquietudes sobre su capacidad para reducir impuestos y aumentar gasto de infraestructura). Además hay que tener en cuenta el riesgo político (la primera ronda de elección presidencial francés el 23 de abril puede proporcionar alguna sorpresa negativa). Mientras nuestros principales indicadores están cerca de máximos de diciembre de 2013 y el índice de gerentes compra también en máximos desde abril de 2011. El consumo mundial, principal impulsor de la recuperación, crece al 3,3% anualizado, por encima de su media de largo plazo. Además la inversión privada parece volver tras años de crecimiento débil y las empresas cuentan con abundante efectivo disponible. La inversión global crece de 4% a 5% anual y supone 20 a 25% del PIB mundial, de manera que puede facilitar un crecimiento adicional global del 1%. En EEUU, la confianza de los consumidores y empresas están en máximos, aunque existe posibilidad de decepción a medio plazo, especialmente si la inflación se mantiene en 3% y reduce poder adquisitivo. Mientras la recuperación en la Zona Euro sigue resistente, con previsible aumento del PIB en 1,5 a 2%, por encima de tendencia, particularmente fuerte incluso en países periféricos, con previsible aumento de márgenes y beneficios empresariales. Además, se dan las condiciones para que el BCE reduzca la compra de bonos el primer trimestre de 2018. A ello se añade que en Japón el crecimiento puede aumentar con la demanda externa, mejora de su mercado laboral y mantenimiento de la flexibilización monetaria. Por su parte la recuperación de China viene liderada por la mejora de la demanda externa (las exportaciones nominales globales crecen al 12% anualizado). La salida de capitales se ha reducido, en parte por la subida de tipos a corto plazo, lo que ha estabilizado el yuan y las reservas de divisas se han recuperado en febrero. Además, el aumento de exportaciones apoya otras economías emergentes en las que el crecimiento económico real tocó fondo en diciembre de 2015. Las acciones siguen atractivas en relación a los bonos Las acciones siguen atractivas en relación a los bonos, aunque la prima se ha reducido. De todas formas las perspectivas de aumento de beneficios empresariales son positivas globalmente por primera vez desde 2010 y pueden batir la previsión del consenso de 12% este año. De hecho las acciones se comportan significativamente bien en años de mejora de beneficios, como fueron 1988, 2004-06 y 2010. Las acciones Europa, en parte eclipsadas por el riesgo político (los inversores subestiman el riesgo de que Le Pen gane, pero un buen resultado del Frente Nacional en la primera ronda puede sacudir los mercados), ofrecen mejor valor relativo que las de EEUU. Las de EEUU están caras por capitalización en relación al PIB (132%) y beneficios cíclicamente ajustados (en niveles no vistos desde 1999). Además las previsiones de beneficios en EEUU, a diferencia de otros mercados importantes, han estado en tendencia bajista. Así que infra-ponderamos acciones de EEUU, que ya descuentan muchas buenas noticias. Por otra parte perspectiva de aumento de beneficios de las empresas japonesas es favorable. En cuanto a acciones de emergentes, cotizan por varias métricas con descuento del 20% respecto a su promedio de diez años. Sin embargo, su brecha de inflación respecto a economías desarrolladas está en mínimos históricos, lo que debe reducir la prima exigida. De hecho, el diferencial positivo de crecimiento a favor de las economías emergentes y desarrolladas se ampliará los próximos años, lo que debe apoyar estas monedas. Seguimos neutrales en sectores industriales, caros, que probablemente a corto plazo no se beneficien del paquete de inversión en infraestructuras de Trump tras su revés político para derogar la ley Obamacare. Pero sobreponderamos el sector financiero donde las valoraciones son baratas y hay previsión de aumento de márgenes. Además las acciones de tecnología muestran impulso cíclico. Los indicadores de liquidez permanecen neutrales Los indicadores de liquidez permanecen neutrales. Los bancos centrales más importantes siguen proporcionando amplio apoyo monetario, compensando la menor liquidez en el sector privado. Sin embargo las condiciones de liquidez tenderán a ajustarse el segundo semestre de 2017 con la Reserva Federal aumentando tipos de interés otra vez. Además, los bancos centrales de China, Zona Euro y el Reino Unido también pueden ajustar su política monetaria. El Banco de Japón es el único gran banco central del que no esperamos que endurezca su política montería este año. Oportunidades de valor relativo en renta fija Los bonos globales están las valoraciones más altas de 20 años, sobre todo ante las perspectivas de crecimiento global, con el que históricamente muestran correlación negativa. Es probable una corrección y ya hay señales en EEUU, donde hemos reducido peso en deuda de alta rentabilidad a neutral ante el aumento de impagos y mayores niveles de apalancamiento. Una gran cantidad deuda se ha emitido con vencimientos a corto plazo estos años y la clase de activos es más sensible a subidas de tipos de interés que históricamente. Además, el diferencial de rentabilidad a vencimiento de esta clase de activos con la deuda del Tesoro de EEUU se estuvo ajustando en 2016 a pesar del aumento del apalancamiento al mayor nivel en una década de manera que la prima de riesgo, 4%, está muy por debajo del promedio histórico de 5,8%. Por otra parte estamos neutrales en deuda de alta rentabilidad europea y crédito de mercados emergentes. Sin embargo, vemos oportunidad en deuda grado de inversión de EEUU, que sobreponderamos, pues está notablemente más barata que la de Europa. La deuda soberana de EEUU a diez años ofrece mucho mejor valor que el Bund alemán, 2% más de rentabilidad a vencimiento, de los mayores diferenciales desde la caída del muro de Berlín, difícil de justificar ante las elecciones en Francia y negociaciones Brexit. Infraponderamos deuda de gobierno europeo y de Reino Unido, pero sobreponderamos deuda emergente en moneda local, pues estas monedas emergentes puede recuperarse a corto plazo dada su fuerte correlación, con seis meses de retraso, con el crecimiento del PIB real. Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM.