Los inversores llevaban toda la semana esperando las palabras de la presidenta de la Reserva Federal (Fed), tras varias jornadas en las que diferentes miembros del organismo monetario han insinuado que la próxima subida de tipos puede ser antes de lo esperado. La última, y la más radical en hacerlo, fue Esther George, presidenta de […]
Dirigentes Digital
| 26 ago 2016
Los inversores llevaban toda la semana esperando las palabras de la presidenta de la Reserva Federal (Fed), tras varias jornadas en las que diferentes miembros del organismo monetario han insinuado que la próxima subida de tipos puede ser antes de lo esperado.
La última, y la más radical en hacerlo, fue Esther George, presidenta de la Fed de Kansas City, al asegurar tajante que "es momento de subir los tipos de interés", ante un crecimiento previsto del PIB del 2% este año. A su juicio, demasiado optimista para los expertos, es posible que el crecimiento en la segunda mitad del año sea del 3%. "Es momento de subir los tipos gradualmente. Podemos retirar nuestra visión acomodaticia", asegura la funcionaria.
Finalmente, Yellen ha asegurado que la economía está cerca de los objetivos de la Fed en cuestión de empleo e inflación, explicando que esta última seguirá aumentando al objetivo del 2% en los próximos años. Aún así, la presidenta de la Fed no ha querido 'atosigar' al mercado, y ha indicado que su capacidad de predecir el camino de las tasas de interés es bastante limitada. "Las alzas graduales en el tiempo son adecuadas", ha indicado, sin concretar si será en la próxima renuión de septiembre cuando el organismo decida la segunda subida de tipos de interés en 10 años.
Del mismo modo, Yellen ha dejado claro que la institución que preside Fed depende de los datos, y que no hay una escala preestablecida, asegurando que el rango de las subidas es amplio y que los posibles shocks podrían cambiar su hoja de ruta.
La reacción en el mercado no se ha hecho esperar, con las Bolsas retomando las subidas tras una mañana de espera, y el dólar fortaleciéndose frente al resto de divisas. Aún así, desde Bank of America Merrill Lynch, consideran que estos comentarios no tendrán excesivo impacto en los precios del mercado, explicando que los inversores van a seguir asignando probabilidades muy bajas a una subida de tipos en septiembre.
"Es probable que la Fed quiera preservar la posibilidad de una subida de tipos en diciembre, y que el mercado asigne una probabilidad del 50% más o menos de alzas de tasas a final de año", indican.
Para John L. Bellows, analista y gestor de carteras en Western Asset (filial de Legg Mason), las perspectivas a medio y largo plazo para la economía estadounidense son preocupantes, en vista de "los riesgos de caída de la inflación, un crecimiento de la productividad que ha defraudado y los límites en la política monetaria". Por eso consideran que aún no se han alcanzado las condiciones para que la Fed vuelva a subir tipos. Entre estas condiciones que se deberían cumplir, destacan un crecimiento de la economía superior a la media, mejoras en la situación financiera e incremento de las previsiones de inflación.