El PIB de Estados Unidos, según la primera lectura preliminar, repuntó un 0,7% en el primer trimestre, frente al 1,2% esperado… cumple con la tendencia débil de los últimos años (en 2016 fue del 0,8%) y no parece preocupar ni a los analistas, ni tampoco a la Reserva Federal ( Fed ), que esperan un […]
Dirigentes Digital
| 03 may 2017
El PIB de Estados Unidos, según la primera lectura preliminar, repuntó un 0,7% en el primer trimestre, frente al 1,2% esperado… cumple con la tendencia débil de los últimos años (en 2016 fue del 0,8%) y no parece preocupar ni a los analistas, ni tampoco a la Reserva Federal ( Fed ), que esperan un crecimiento superior al 2% para 2017. También la inflación se ha desacelerado y los ya más de 100 primeros días de Donald Trump en la Casa Blanca tampoco han dejado muchas certezas. Sin embargo, cumpliendo las expectativas del mercado, la autoridad monetaria estadounidense ha mantenido el precio del dinero sin cambios (entre el 0,75% y el 1%), abriendo la puerta a un incremento en junio. De hecho, el consenso descuenta con más de un 90% de probabilidades un aumento de tipos de 25 puntos básicos en dicha reunión, hasta el rango comprendido entre el 1% y el 1,25%. “Es cierto que la inesperada caída de los precios subyacentes en marzo puede haber preocupado a algunos miembros de la Fed. Pero suponiendo que el crecimiento del empleo repunte en mayo, esperamos que el banco central siga adelante y suba el precio del dinero en junio, en particular con unas condiciones financieras que aún se mantienen flexibles”, apuntan desde Capital Economics. Las perspectivas de la firma pasan porque los tipos cierren el año entre el 1,50% y el 1,75%, lo que presupone un aumento más en septiembre. ¿Qué va a pasar con el balance de la Fed ? De hecho, tras este último movimiento estos expertos creen que la autoridad monetaria “comenzará a eliminar gradualmente las reinversiones del principal a vencimiento en sus tenencias de deuda en diciembre. Aunque el anuncio de este movimiento se producirá mucho antes”. Con todo, creen que mantendrá un balance considerable de al menos 2,5 billones de dólares americanos a largo plazo, “por lo que no tendrá que reducir los títulos del Tesoro en cartera, sino que el recorte puede lograrse completamente eliminando MBS”. Coincide Franck Dixmier, director global de renta fija de Allianz Global Investors, al señalar que la Fed “ha definido claramente sus prioridades políticas para 2017 y más allá, y esperamos que la continúe ‘haciendo lo que predica’ en las acciones que anuncie después de su reunión de mayo. Su plan es elevar los tipos de interés dos veces más este año, en junio y en septiembre, mientras los dot plots promedio están señalando a tres aumentos en 2018. No vemos ninguna razón para que esto cambie”. Los mercados, afirma, “deben tomar las próximas noticias en torno al banco central con calma”. Pues, “después de todo, no hay mucho que debatir sobre cómo está funcionando la economía estadounidense en términos de las dos áreas oficiales de atención de la Fed: hay casi pleno empleo y la estabilidad de precios está muy cerca del objetivo del 2%”. Al mismo tiempo, se mantiene la estabilidad financiera, con las Bolsas en máximos y el mercado de bonos estable. “Como resultado de todos estos factores, esperamos que la Fed continúe normalizando gradualmente su política monetaria haciendo subir los tipos a un ritmo medido y tomando pequeñas medidas para reducir su balance de 4,5 billones de dólares, muy probablemente a partir del cuarto trimestre”, concluye. Junio y las políticas de Trump Así, tal y como reconoce el portavoz de la AEB, José Luis Martínez Campuzano, eran “muy pocos los que esperaban que hoy la Fed tome alguna decisión en esta reunión. Quizás en junio. Al final, este mes podría ser importante para definir la estrategia de las dos autoridades monetarias a nivel mundial”. Por otro lado, con la propuesta de reforma fiscal de Trump sobre la mesa, Didier Saint-Georges, miembro del comité de inversión de Carmignac, señala que, afortunadamente, el banco central “es muy consciente de la dificultad a la que se enfrenta esta reforma y no endurecerá más su política demasiado pronto, ni mediante subidas de tipos ni reduciendo su balance”. Ahora bien, Witold Bahrke, estratega senior macro de Nordea AM, recuerda que si el republicano saca toda la artillería impositiva y la economía norteamericana funciona cerca de su capacidad (como está haciendo actualmente), se corre el riesgo de “sobrecalentamiento. Y esto forzaría a la Fed a endurecer su política más de lo esperado, pues la presidenta, Janet Yellen, ya ha indicado en varias ocasiones que ésta no incluye estímulos adicionales de tipos fiscal”. Este ajuste adicional, concluye, “adelantaría el final del ciclo económico actual y podría resultar en un estallido”.