Emprendedores e inversores interesados por el mundo de la restauración están viendo en la franquicia la forma de acceder, con más garantías que hacerlo de forma independiente, a un sector que ha tenido tradicionalmente la etiqueta de negocio complicado de sacar adelante. Así, no es de extrañar que existan cada vez más conceptos novedosos a […]
Dirigentes Digital
| 18 jun 2015
Emprendedores e inversores interesados por el mundo de la restauración están viendo en la franquicia la forma de acceder, con más garantías que hacerlo de forma independiente, a un sector que ha tenido tradicionalmente la etiqueta de negocio complicado de sacar adelante. Así, no es de extrañar que existan cada vez más conceptos novedosos a disposición de quienes desean encontrar en la hostelería/restauración un autoempleo rentable o una diversificación a sus inversiones. "Pero aunque parezca lo contrario, en este país y en hostelería lo cierto es que no vale todo; no sirve con poner una barra, un grifo de cerveza, abrir el cierre y esperar a que entre el público", explica Manuel Escribano, director de Expansión de +KCopas. "Hay que cubrir casi todos los horarios del día, y mantener unos precios justos, razonables".
Esta cadena de franquicias abarca toda la franja horaria de explotación de un negocio de restauración, pudiendo disfrutarse en su interior lo mismo de café que de una cerveza, pasando por un vino a elegir entre ocho denominaciones de origen cualificadas, todo tipo de refrescos, y cócteles elaborados al momento. Pero además, como su propio nombre indica, +KCopas ofrece una amplia carta, con una veintena de "montados" fríos y otros tantos calientes, a 1€; con raciones, y con una veintena de platos por solo 3€. E incluso un menú diario, a un precio de 4.95€, compuesto de 12 primeros platos y 12 segundos a elegir, acompañados por ensalada y postre. Poner en marcha un local de 150 metros cuadrados precisa de una inversión de 72.000 euros de proyectos y licencias, canon de entrada, decoración, mobiliario y maquinaria de hostelería, y otros 28.000 de mercancía (bebida y comida) inicial. En la actualidad, +KCopas tiene abiertos ocho establecimientos en la Comunidad de Madrid, donde la central se involucra con cada franquiciado compartiendo la inversión al 50%. Además, cuenta con otros cinco locales en Valencia, Alicante, Santander, Cáceres y Canarias, y sus previsiones son, antes del 31 de julio, disponer fuera de Madrid de 12 bares abiertos al público, para terminar el año con un total de 24 unidades operativas.
Por su parte, Fado Portugués es cultura y tradición lusa: música, gastronomía y un espacio para estar cómodo, relajarse y volver al país vecino: la luz de Lisboa, disfrutando de un café aromático y un pastel de Belem; el viaje por el Duero hasta Oporto, tomando un vino de la tierra con unas sardinas ‘alimadas‘ de tapa; saborear una carne mirandesa, bacalao en todas sus variantes, arroces, pescados y mariscos o ‘frango‘ (pollo) al estilo portugués, rememorando Coimbra, el Algarve… "y tantos otros lugares con encanto que sabemos que el público español conoce y aprecia; y todo esto escuchando fados (ecos de siempre, con músicos de ahora) en nuestros locales", señala Juan Cotroneo, director técnico de Fado Portugués. "Ya tenemos tres establecimientos abiertos en Madrid, y todo preparado para abrir al menos otros tantos a través de franquicia durante este año. Para ello nos involucraremos en todas las necesidades de nuestros franquiciados, desde el comienzo, facilitando un ‘llave en mano’ y un asesoramiento continuo a lo largo de toda la relación, que esperemos que sea larga y fructífera".
En Fado Portugués quieren ser flexibles y adaptarse a cualquier posible alternativa de negocio dentro del mundo de la restauración. Saben que la gastronomía portuguesa es muy apreciada en España, aunque está poco extendida aún. "Por eso nos adaptamos a diferentes variantes: restaurantes para reconvertir, negocios a montar desde cero, traspasos de negocio… analizándolas con detalle y facilitando la mejor solución para que la marca y todo lo que lleva detrás funcione con éxito".
El yogurt helado nació en Corea del Sur, país en el que se popularizó rápidamente como una propuesta saludable y similar a la del helado, pero sin contenido de grasa y muchas menos calorías. En 2005, el producto llegó a California, Estados Unidos, y se puso de moda especialmente entre los artistas de Hollywood y ‘celebrities’ (desde Leonardo diCaprio hasta Miley Cyrus o Paris Hilton) lo que significó el trampolín a la fama para el producto. Especializada en la comercialización de yogurt helado de calidad, acompañado de una innovadora y exclusiva propuesta de ‘toppings’, la cadena canadiense Yogen Früz desembarcó en Madrid hace menos de un año, de la mano de un grupo inversor.
Su primera yogurtería corporativa, en Madrid, ofrece toda la variedad que se disfruta hoy en día en más de 46 países. Moonbi Spain, propietaria de la franquicia máster en España de Yogen Früz, ha desarrollado un plan de expansión para toda España, con el fin de posicionarse en los principales mercados con inversión propia y a través de franquiciados, lo que le permitirá un rápido crecimiento. "El yogurt helado de Yogen Früz no tiene aditivos artificiales, colorantes, ni conservantes. Es un producto saludable, refrescante, ideal para gente activa", señalan desde la central española, donde señalan que además del sabor natural, es posible encontrar hasta 40 sabores distintos de yogurt, que pueden ir, desde maracuyá, coco o sabores tan propios de nuestro mercado, como el turrón. Este negocio permite que cada cliente se sirva el yogurt y la cantidad que quiera, así como el mismo seleccionar sus "topping", entre más de 30 opciones.