Una guerra que traspasa con creces los muros de la sede del Fisco. No es un problema interno. Es una tensión secular que ha servido para airear y perseguir el proceso de amnistía fiscal en España o para desacreditar innumerables informes del gabinete de Cristóbal Montoro. La acusación del caso de la amnistía fiscal relacionada […]
Dirigentes Digital
| 13 mar 2016
Una guerra que traspasa con creces los muros de la sede del Fisco. No es un problema interno. Es una tensión secular que ha servido para airear y perseguir el proceso de amnistía fiscal en España o para desacreditar innumerables informes del gabinete de Cristóbal Montoro.
La acusación del caso de la amnistía fiscal relacionada con la Lista Falciani, por ejemplo, está liderada por el sindicato de los técnicos de Hacienda, Gestha. Estos han pedido el procesamiento penal de los ex directivos de la Agencia Tributaria (AEAT) de la era de Zapatero, porque advirtieron a los defraudadores incluidos en la lista de que tenían que aclarar sus cuentas con Hacienda, en vez de abrirles una inspección que podría haber terminado con sus huesos en la cárcel. Y entre los evasores había gente del nivel de Emilio Botín, con cuentas en el banco Suizo HSBC por las que no pagaba al Fisco por valor de miles de millones de euros.
Este caso, aún abierto, es sólo una pequeña muestra de la hiperactividad de Gestha en la escena pública. Pero, entre bambalinas, existe una auténtica guerra abierta entre ellos y los funcionarios con categoría de inspectores de Hacienda. Mientras que estos últimos prácticamente no mantienen relación con la prensa desde hace algo más de un año, los primeros son una fuente segura de información que sirve para poner en duda las cifras oficiales del Ministerio de Hacienda, ya sean sobre la efectividad en la recaudación fiscal o sobre las tasas de morosidad.
Lo último ha sido la durísima crítica del Plan de Control Tributario para 2016 de Cristóbal Montoro porque "deja impune el 81,6% de la evasión fiscal". Según ellos, los ingresos atribuibles a la lucha contra el fraude, 8.346 millones, sólo crecieron un 7,5%, situándose prácticamente al mismo nivel del año 2012.
Guerra laboral
Los técnicos se quejan de que los Inspectores son una élite premiada políticamente por los gobiernos para asegurarse su docilidad, mientras por otro lado están frenando el aumento de plazas y las facilidades de promoción interna para los técnicos.
En un documento interno, al que ha tenido acceso DIRIGENTES, la Asociación de Inspectores de Hacienda explica a sus asociados el porqué de los problemas con el cuerpo técnico. En esencia, según explican fuentes de la Asociación, no se piensa aceptar que, "por arte de birlibirloque", a los del cuerpo técnico se les permita hacerse del superior, como solicitan. "Si quieres ser inspector, preséntate a las oposiciones". Y se alinean con el director de la AEAT, nombrado por el Partido Popular, Santiago Menéndez, a quien invitaron a su última convención.
Pero el asunto va mucho más allá que una rencilla interna por categorías laborales. Gestha asegura que la dirección de la AEAT reparte de forma arbitraria las decenas de millones de euros de incentivos al rendimiento entre los Inspectores. Es, afirman, una forma de comprar voluntades y marcar la pauta de a quién se investiga y a quién no. Y recuerdan el informe ad hoc redactado por la AEAT para tratar de librar a la infanta del banquillo de los acusados en el juicio del caso Nóos.
"Con el plus de productividad, que puede llegar al 25% de su sueldo, se consiguen adhesiones o se castiga al que no se pliega", asegura a DIRIGENTES José María Mollinedo, Secretario General de Gestha, que representa a 4.500 técnicos. "Hay mucha libertad, rayana en la arbitrariedad".
"El enfrentamiento lo tenemos con Gestha, no con los técnicos", explica a este medio un responsable de la Asociación de Inspectores de Hacienda. "El único problema lo tenemos con un sindicato que se ha empeñado en los últimos años en querer ser inspectores sin hacer la oposición, por la mera antigüedad, ir subiendo de categoría de A2 a A1, pasar del cuerpo técnico al superior".