Con la llegada de Mauricio Macri al poder, Argentina dice adiós a doce años de ‘kirchnerismo’. Además, el cambio en la política y, previsiblemente en la economía, abre un mundo de posibilidades para aquellos países que, desde hace tiempo, hacen negocios con el país. Uno de ellos es España, que ve este cambio como una […]
Dirigentes Digital
| 30 nov 2015
Con la llegada de Mauricio Macri al poder, Argentina dice adiós a doce años de ‘kirchnerismo’. Además, el cambio en la política y, previsiblemente en la economía, abre un mundo de posibilidades para aquellos países que, desde hace tiempo, hacen negocios con el país. Uno de ellos es España, que ve este cambio como una oportunidad de negocio.
Por ello, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha aprovechado su viaje a la región para estrechar los lazos con Macri y respaldar ese cambio político y económico. De hecho, Margallo ha aconsejado a Macri "una liberalización de la economía sin miedo y sin complejos" como la que ya hizo el Partido Popular en la etapa de Aznar. En esa liberalización se incluye el fin del control cambiario del dólar o la revisión de las tarifas pública a as que, en estos momentos, se ven sometidas las empresas españolas que tienen negocios en Argentina.
Además, los intereses españoles en el país latinoamericano son muchos, ya que hay más 250 empresas españolas con sede allí y una historia reciente que habla de expropiaciones como la vivida por Repsol. La presidenta del país, Cristina Fernández de Kirchner, decidía en 2012 declarar la utilidad pública y, por lo tanto, la expropiación, del 51% de las acciones de YPF que poseía la compañía española. Una parte de ese porcentaje pasó a manos del Gobierno Nacional mientras que otra parte se trasladó a las manos del varias productoras de hidrocarburos.