La volatilidad mandará también es este recién nacido 2017 y las divisas no van a librarse de ella. Vértigo en renta variable, importantes presiones en renta fija, ‘baches’ en la estabilización de las materias primas… y turbulencias en los principales cruces de monedas. Y es que, más allá de las esperanzas y el optimismo reinante […]
Dirigentes Digital
| 26 ene 2017
La volatilidad mandará también es este recién nacido 2017 y las divisas no van a librarse de ella. Vértigo en renta variable, importantes presiones en renta fija, ‘baches’ en la estabilización de las materias primas… y turbulencias en los principales cruces de monedas. Y es que, más allá de las esperanzas y el optimismo reinante en los mercados, todos los gestores y expertos muestran su escepticismo respecto a que se cumplan todas las expectativas. Y es que, tanto la Fed como las políticas de Trump apoyan un dólar más fuerte, pero lo cierto es que el presidente se ha mostrado en contra de esta situación, y los inversores, como en todo hasta ahora, le creen capaz de revertir la situación… Mientras tanto, los estímulos del BCE deben mantener al euro ‘a raya’ y también las citas electorales en el horizonte, pero su papel como refugio seguro o un posible tapering también generan incertidumbre en torno a la divisa. Aunque, sin duda, el futuro más incierto es el de la libra ante los peligros de la implementación del Brexit. Por otra parte, la transición económica de China sigue en marcha con las múltiples implicaciones que eso tiene para el yuan, aunque haya pasado a un segundo plano. Finalmente, las divisas ligadas a las materias primas están teniendo un respiro, pero, especialmente en lo que respecta al petróleo, la confianza se mueve en un precario equilibrio. Dólar al alza, ¿seguro? “Es un momento difícil para las previsiones del ‘billete verde’, pues parece bastante caro”, apunta John Hardy, economista jefe de Saxo Bank. Las medidas pro-crecimiento de Trump, sumado a la expectativa de tipos más altos apoyan a la moneda estadounidense pero “ a medida que avance el año, cualquier inflación o mejora de la actividad que se produzca será considerado como ‘del tipo equivocado’, con precios que sólo aumentan debido a que el despilfarro fiscal”. En otras palabras, explica, “los tipos de interés reales de Estados Unidos se arriesgarán a volverse cada vez más negativos, ya que el crecimiento nominal supera al crecimiento real. Esta dinámica negativa de la tasa real podría alcanzar rápidamente al dólar, que podría alcanzar el pico en el primer trimestre o quizás en el segundo trimestre”. Para Martin Arnold, de ETF Securities, el arranque de 2017 debilitará al dólar, pues buena parte del ciclo alcista del banco central está descontado ya. Eso sí, “a medida que la Fed vaya definiendo cuán agresiva quiere ser con las subidas de tipos, esperamos que ‘billete verde’ se recupere en el segundo semestre”. Coincide John Higgins, de Capital Economics, al señalar que, históricamente, la valoración alcanzada por la divisa no es tan alta; mientras, aunque Trump presione para debilitarla, “dudamos que tenga éxito. Por el contrario, prevemos que reanude su ascenso, pues la autoridad monetaria endurecerá su política más de lo que espera el mercado”. Euro y libra, a vueltas con el riesgo político Elecciones en Alemania, Francia, Holanda, quizá en Italia, tensión en Grecia… “Esperamos que el euro caiga a principios de año o posiblemente poco antes de los comicios galos”, apunta Hardy. Mientras, Arnold cree que “la incertidumbre política mantendrá acotado el potencial de la moneda única”, presión bajista a la que se sumará la postura acomodaticia del BCE. Por su parte, Higgins no descarta que la divergencia entre los caminos de los bancos centrales de ambos lados del Atlántico le lleve por debajo de la paridad frente al dólar. En lo que respecta a su cruce con la libra, Saxo Bank cree que la moneda británica podría “haber visto su mínimo”, no así frente al ‘billete verde’. ETF Securities considera que la divisa de Reino Unido “cotiza a su valor más bajo”, pero aún así aguarda más volatilidad. Y, Capital Economics, descarta un hundimiento mayor, aunque prevé algún descenso más. Más debilidad para yuan y yen, aunque no sin consecuencias “Al menos hasta la celebración del Pleno del Comité Central de China en octubre, la suposición complaciente es que veremos una continuación de la suave pendiente descendente para el yuan durante el próximo año. Pero es cada vez más evidente que esta lenta bajada agrava el problema de la fuga de capitales”, advierte Hardy, apuntando que “la política monetaria del gigante asiático podría aparecer este año si opta por la dramática opción de la devaluación”. Por el contrario, Arnold cree que el yen se verá fortalecido por la incertidumbre política y las preocupaciones sobre los movimientos extendidos en bonos y renta variable. Con todo, esperan que su apreciación “se atenúe a medida que nos adentremos en el año para reanudar los descensos debido a que los inversores japoneses buscarán activos con mejor rendimiento en el extranjero”. Divisas emergentes: entre el dólar y las materias primas Tendencia mixta augura Saxo Bank para las divisas emergentes. “Es probable que un dólar más fuerte mantenga a las monedas más sensibles esta divisa (las que pidieron préstamos en dólares estadounidenses durante los años de debilidad de la misma) bajo presión a principios de año. Los mercados emergentes asiáticos podrían ver la mayor presión, una continuación de la evolución a finales de 2016. No obstante, las divisas ligadas a las materias primas podrían hacerlo bastante bien en el largo plazo”, afirma Hardy.