La ralentización del crecimiento global viene explicada por diversos factores que dependen de manera crítica de la evolución de la productividad empresarial. En este sentido, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) advierte de que el dinamismo económica se está viendo afectado por el incremento de las llamadas “compañías zombies”; empresas altamente endeudadas […]
Dirigentes Digital
| 03 mar 2017
La ralentización del crecimiento global viene explicada por diversos factores que dependen de manera crítica de la evolución de la productividad empresarial. En este sentido, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) advierte de que el dinamismo económica se está viendo afectado por el incremento de las llamadas “compañías zombies”; empresas altamente endeudadas que deberían haber salido del mercado en una situación competitiva normal, pero que se mantienen vivas gracias a sus acreedores y a la debilidad de las políticas nacionales. La proliferación de este tipo de firmas pone en peligro el crecimiento potencial de las economías afectadas, reduce las oportunidades de crecimiento de las empresas sanas y puede ser un indicador adelantado de un periodo de estancamiento macroeconómico, según analiza el organismo. España, Italia y Bélgica son los países que mayores riesgos corren tanto por el número como por los altos niveles de capital “estancado” en este tipo de firmas. España contaba con hasta un 10% de “compañías zombies” en 2013, últimos datos recogidos por la OCDE, mientras que Bélgica rozaba esta tasa e Italia superaba el 5%. En el extremo contrario están Francia, que apenas contabilizaba un 2%, Finlandia y Eslovenia. En la misma línea, Reino Unido, Korea y Suecia se mantuvieron por debajo del 5%. Respecto al capital invertido en firmas improductivas, Italia lideraba el ranking con hasta un 19% sobre el total de inversión corporativa, seguida por España, que superó el 15%, y Bélgica, que casi lo alcanzó. En sentido opuesto, Eslovenia era el país con menos ingresos comprometidos en este tipo de compañías, por debajo del 5%, seguido de cerca por Francia, que apenas superaba dicha tasa. El incremento más llamativo fue precisamente el de Italia, cuyo capital “estancado” creció del 7% al 19% entre 2007 y 2013. La evolución positiva de este tipo de firmas está conectada al debilitamiento de la inversión empresarial y al empeoramiento en el comportamiento de la productividad multifactorial (mercado laboral, relocalización del capital, etc…). La permisividad de la banca y la continuación de las políticas ultraexpansivas de acceso al crédito para las pymes (impulsadas durante la crisis) son las principales causas de la supervivencia de este tipo de empresas. “Este problema es síntoma del debilitamiento en el régimen de insolvencias y de la lentitud de las reformas orientadas a mejorar la productividad de los mercado”, destaca la OCDE en su análisis. El perfil de estas compañías es de una antigüedad elevada, más de 40 años de media, y más de 250 empleados.