La OCDE prevé que la economía mundial crezca sólo un 2,9% este año, frente al 3% por ciento que pronosticó en junio y la tasa más baja desde la crisis financiera de 2008-2009.
El organismo explica que muchas cadenas de suministro mundial que añaden valor, a menudo radicadas en suelo chino u otros países asiáticos, se están desmantelando a medida que China intenta que su economía dependa menos de las exportaciones para crecer y porque algunas
empresas están devolviendo la producción a sus lugares de origen.
La OCDE indica que el crecimiento económico mundial se estancará durante 2016 y 2017 a un ritmo no visto desde la crisis financiera, como consecuencia del frenazo que va a sufrir el avance de la globalización. Según el organismo, el crecimiento del comercio, que durante mucho tiempo ha sido un motor de la economía mundial, lastrará previsiblemente este año el crecimiento de la economía mundial, según una actualización de las principales previsiones económicas de la OCDE.
En consecuencia, prevé que la economía mundial crezca sólo un 2,9% este año, frente al 3% que pronosticó en junio y la tasa más baja desde la crisis financiera de 2008-2009. El creciente rechazo a la liberalización comercial y la recesión que muestran algunos grandes países productores de materias primas contribuyen a la desaceleración del crecimiento, algo que según la OCDE puede menoscabar aún más una productividad ya de por sí débil y acabar por deteriorar la calidad de vida.
La eurozona crecerá este año un 1,5%, una décima menos de lo que preveía en su informe de junio, mientras que para 2017 ha recortado su previsión desde el 1,7% hasta el 1,4%.
Recado a España
Aunque España no ha sido materia de análisis en el último informe del organismo, la economista jefe de la OCDE, Catherine L. Mann, si se ha referido al país en rueda de prensa. "España está amenazada por la ausencia de Gobierno, aunque las reformas efectuadas sostienen la actividad económica y la creación de empleo, por lo que se encuentra en el buen camino", ha dicho. Pese a ello, ha insistido en que el país es "vulnerable" a la revisión a la baja de las proyecciones de crecimiento de la eurozona, dada la "dependencia" de la
zona euro que tienen las exportaciones españolas.