El trabajo desde casa, conocido popularmente como teletrabajo, no seduce a los españoles. Aunque se trata de un hecho que difiere por generaciones, las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías no terminan de convencer a los empleados, que dan más importancia a la interacción con el resto de compañeros frente a la posibilidad de obtener […]
Dirigentes Digital
| 29 nov 2017
El trabajo desde casa, conocido popularmente como teletrabajo, no seduce a los españoles. Aunque se trata de un hecho que difiere por generaciones, las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías no terminan de convencer a los empleados, que dan más importancia a la interacción con el resto de compañeros frente a la posibilidad de obtener un mayor equilibrio entre la vida personal y profesional. Según el informe ‘What Workers Want’ (Qué quieren los trabajadores) , elaborado por la Asociación Española de Oficinas (AEO) y la consultora inmobiliaria Savills, solo un 20% de los asalariados trabajaría desde casa si su jefe se lo permitiera. Una cifra por debajo del esperado antes de la realización del estudio, pero lleno de matices. Así, mientras que el 35% de los millenials acude de manera forzosa a su puesto, entre la generación X y los Baby Boomers, colaborar con colegas y aprender de ellos tienen más peso para ir a la oficina, a pesar de que un escaso porcentaje reconoce concentrarse mejor o ser más productivo allí. De hecho, una de las principales conclusiones que se extrae del estudio que analiza un amplío espectro de sectores como las telecomunicaciones, banca y finanzas, medios de comunicación, turismo y empresas públicas entre otras, es que los compañeros de trabajo (35%) son el elemento que mejor valoran de su empresa, por delante incluso de la localización, que la prefieren céntrica y accesible, o disponer de un área cómoda donde poder desarrollar su actividad. Un factor este último, que cambiarían casi el 25% de los entrevistados. Los tres tipos de espacios más apreciados son los puestos asignados para cada trabajador (84%), los destinados a labores en equipo (69%) y las áreas comunes (68%) como salas de descanso o cafeterías. Y más de la mitad de las personas que tienen despacho (58%), estaría dispuesto a prescindir de él. En cambio, en lo relativo al diseño y la organización del edificio, la mayoría coinciden en que son susceptibles de mejora, tanto en Barcelona como en Madrid, las ciudades donde se ha realizado el sondeo. Si bien los encuestados no tiene idealizado el edificio donde le gustaría desempeñar su labor, el 70% se inclina por un espacio moderno, preferiblemente de nueva construcción o en un edificio clásico rehabilitado. El pensamiento de que el tipo inmueble repercute en el rendimiento está bastante extendido entre la sociedad. En cualquier caso, las tres generaciones comparadas, millenials, generación X y Baby Boomers, manifiestan niveles de orgullo en relación a su espacio de trabajo bastante altos, con unos porcentajes del 52,4%, 44,5% y 38,1%, respectivamente.