El restaurante Kilómetros de Pizza contó con la presencia de el torero Óscar Higares que ha echado un capote en esta ocasión junto al chef, cuatro veces campeón mundial de elaboración de pizzas, Jesús Marquina, que presentó esta creación cuyo ingrediente estrella es el rabo de toro. El rabo, de la vaca de la Retinta, se hace en […]
Dirigentes Digital
| 08 may 2015
El restaurante Kilómetros de Pizza contó con la presencia de el torero Óscar Higares que ha echado un capote en esta ocasión junto al chef, cuatro veces campeón mundial de elaboración de pizzas, Jesús Marquina, que presentó esta creación cuyo ingrediente estrella es el rabo de toro.
El rabo, de la vaca de la Retinta, se hace en dos texturas, crujiente y melosa, con un airbag de patata y se sirve con una armonización muy auténtica, una bota de vino. Conocido por ser uno de los mejores lugares para disfrutar una pizza y unas copas de Madrid,
Se puede disfrutar desde ahora; un plan para degustar de uno de los platos más característicos de la gastronomía popular en versión pizza. "La masa de esta pizza es muy especial porque lleva una fermentación de 60 horas que aporta menos carbohidratos. En su base, ponemos el jugo del rabo estofado de forma tradicional en su propia gelatina, a baja temperatura durante 10 horas.
Es decir, un proceso de más de tres días para poder comer una auténtica pizza , señaló Marquina. "Los rabos de una corrida apenas dan para 18 pizzas. A la textura melosa, le añadiremos crujientes de rabo y un airbag de patatas. Creamos como una tela de araña.
El resultado es sorprendente: viajas a la infancia cuando te comías en la feria un algodón dulce crujiente, pero en versión salada", añade. "Además, servimos la pizza con una bota de vino de cuero tinto roble, para armonizarlo con la bebida típica de las corridas", explicó el chef. Oscar Higares comentó que "El restaurante Kilómetros de Pizza ha triunfado con su concepto de pizza gourmet de dos metros. Esta vez, quería añadir a su carta una propuesta taurina, excelente en estas fechas previas a la feria de San Isidro, y he venido a echarles un capote, literal".