Los que llegan procedentes de fuera de la UE fueron más de 201.000 personas, con una subida de 36.000, unido a los 180.000 que llegaron de los países de la UE, lo que supone un aumento de 42.000.

Eso quiere decir 82.000 inmigrantes más que en el ejercicio anterior, y España se sitúa en la cuarta posición dentro de los países de la UE con más afiliados en la seguridad social británica, con una cifra que se sitúa en los 54.000 personas contribuyendo.

En lo alto de la lista de los países de la UE se encuentra Rumanía, con 165.000, seguido de Polonia (122.000), Italia (60.000), España (54.000) y Bulgaria (41.000). Mientras que del resto de países del mundo, en lo más alto se encuentra India (37.000), Australia (14.000) y China (14.000).

Cifras de refugiados

Además, las cifras del Ministerio del Interior muestran que solo 162 refugiados sirios han llegado bajo el programa de reubicación personas vulnerables del gobierno en los últimos doce meses.

Si bien el 7 de septiembre Cameron anunció la intención de acoger a 20.000 sirios en Gran Bretaña en los próximos cuatro años, solo 36 refugiados sirios llegaron entre julio y septiembre, durante el apogeo de la crisis del Mediterráneo.

En los últimos doce meses, Reino Unido tuvo un total 29.024 solicitudes de asilo, lo que supone un aumento del 18%. La mayor cifra corresponde a Eritrea, Sudán e Irán.

Polémica por las cifras

La publicación de estas cifras genera un gran debate político, pues el primer ministro británico, David Cameron, es partidario de controlar la inmigración y las prestaciones que reciben los inmigrantes comunitarios, como parte de sus medidas para apostar por que Londres se quede dentro de la Unión Europea en el anunciado referéndum que se celebrará en los próximos meses en Reino Unido. Entre las medidas se encuentra que los inmigrantes coticen durante cuatro años antes de poder solicitar beneficios sociales y tener acceso a las viviendas de protección pública.

La política de Cameron se ha hecho menos flexible en este tema debido al crecimiento de los apoyos del partido anti-inmigración llamado UKIP, cuyo siempre polémico líder Nigel Farage, cree que las nuevas cifras muestran "un completo fracaso del Gobierno".

Cálculos de Osborne

Lo cierto es que los cálculos del responsable de Economía británico, George Osborne, se basan en el aumento de los números de inmigración neta para poder alcanzar su meta fiscal de superávit presupuestario para el final de la década.

En concreto, según un análisis del periódico The Guardian, sin los niveles actuales de migración neta, Reino Unido tendría que ponen marcha más recortes de gastos y aumentos de impuestos a sus planes actuales para conseguir lo prometido.

En esa línea, según la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR), señala que las finanzas de Londres no alcanzarían un superávit presupuestario en 2019-20 sin revisar al alza los números netos de migración. Y eleva sus proyecciones migratorias, pasando de 165.000 a 185.000.