A pesar de que la Unión Europea (UE) ha sido temporalmente eximida de los nuevos aranceles impuestos por EEUU a la importación de productos de acero y aluminio, la diplomacia comunitaria ha movido ficha en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para proteger sus intereses comerciales. Así, los representantes de la UE […]
Dirigentes Digital
| 17 abr 2018
A pesar de que la Unión Europea (UE) ha sido temporalmente eximida de los nuevos aranceles impuestos por EEUU a la importación de productos de acero y aluminio, la diplomacia comunitaria ha movido ficha en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para proteger sus intereses comerciales. Así, los representantes de la UE han seguido el ejemplo de sus homólogos chinos y han apelado al Comité de Salvaguardias de la OMC para reclamar consultas con EEUU sobre los aranceles, lo que podría motivar la reclamación de compensaciones económicas a Washington. Bruselas critica que EEUU haya justificado estos cargos, que gravarán en un 10% las importaciones de aluminio y un 25% las de acero, con el argumento de proteger su “seguridad nacional”, señalando que se trata de medidas proteccionistas que contravienen los principios de libre comercio y competencia de la OMC. Por ello, la UE apela a su interés en este caso como exportador de aluminio y acero para pedir mediación a la OMC que permita abrir un periodo de consultas con las autoridades estadounidenses. La reclamación comunitaria se basa en el mismo fondo que la presentada por China, que es asegurar que EEUU está incumpliendo las normas de la organización supranacional. Según la agencia Reuters, Bruselas apelará al artículo 8.1 del Acuerdo de Salvaguardias de la OMC, que establece que todo país miembro que mantenga una medida proteccionista debe aplicar concesiones que compensen de forma equivalente a los países exportadores afectados por dichas medidas. En caso de que la OMC acceda a las peticiones de China y la UE, se abriría un periodo de consultas de dos meses, en el que las partes implicadas buscarían un acuerdo que les satisfaga bajo la mediación de la organización. En caso contrario, Bruselas y Pekín podría reclamar la activación del mecanismo de resolución de disputas, lo que demoraría una solución negociada al conflicto arancelario. La Casa Blanca no ha comentado todavía la decisión de la UE y se ha remitido a la decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, que el mes pasado eximió temporalmente de estos aranceles a los 28 y a otros países tradicionalmente aliados. Sin embargo, esa exención vence el próximo 1 de mayo, momento en el que esta medida de gracia podría prorrogarse o eliminarse, lo que supondría la entrada en vigor de los sobrecostes a la exportación. Respecto a China, la reacción de Washington ha sido más beligerante, presentando una contrademanda a las reclamaciones de Pekín ante la OMC y con ambas partes reclamando al organismo que obligue a su rival a ceñirse a la normativa del comercio internacional.