El terremoto causado por el baile de nombres en la recta final del año ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre qué estilo es más adecuado, ¿una gestión personalista o apostar por los equipos? A diferencia de los fondos gestionados por un equipo de gestores y analistas, la toma de posiciones en […]
Dirigentes Digital
| 29 dic 2014
El terremoto causado por el baile de nombres en la recta final del año ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre qué estilo es más adecuado, ¿una gestión personalista o apostar por los equipos? A diferencia de los fondos gestionados por un equipo de gestores y analistas, la toma de posiciones en este tipo de fondos suele estar basada más en las decisiones individuales del gestor que en un proceso de inversión fruto del análisis de un equipo o de un modelo cuantitativo. Pero los expertos lo tienen claro. La fórmula mágica está en un punto de equilibrio en el que la gestora consiga motivar a sus profesionales teniendo en cuenta que los resultados deben respaldar por encima de todo este proyecto.
El caso más sonado de 2014 en territorio nacional ha sido sin duda el de García Paramés, que anunció su marcha de Bestinver el pasado 23 de septiembre. Según los últimos datos de Morningstar, desde ese día la gestora ha visto como de sus fondos se esfumaban 2.183 millones de euros, más de un 28% de los activos que mantenía antes del anuncio de su marcha.
Sin duda uno de los productos que más ha sufrido ha sido el Bestinver Internacional, con la salida de más de 689 millones de euros que supone una reducción cercana al 40% del total de sus activos en el periodo.
En el caso de Santander Acciones Españolas, y según los datos de Morningstar, han salido alrededor de un 20% de los activos que el fondo mantenía antes del anuncio oficial de la salida de Iván Martín. En el caso del Fidelity Iberia gestionado por Morgado, las salidas también rondan el 30% desde que se anunció su salida a principios de octubre.
Es evidente que los pesos pesados de la industria significan mucho para los clientes de las entidades. Sin embargo, las opciones que se abren en casos similares son variadas para los inversores. Victoria Torre, analista de SelfBank, explica que si el gestor estrella de tu fondo se va, "puedes quedarte en el fondo; seguir al gestor saliente o buscar alternativas a ese producto". A su juicio, "se debe apostar por la primera en aquellos casos en los que se confía en la nueva gestión del fondo o en que se mantendrá el estilo de gestión llevado hasta ahora porque, por ejemplo, el gestor entrante era antes cogestor del fondo".
Seguir al gestor saliente en su nueva andadura profesional también es buena estrategia si tiene intención de continuar gestionando fondos para una nueva gestora o en el caso de que vaya a montar la suya propia. "Si la decisión es buscar alternativas al fondo, habría que tratar de encontrar un producto con semejante filosofía de inversión y características", explica.