La compañía explica que la nueva "postura" de Cisco es "incompatible" con las condiciones "reflejadas en el contrato de financiación sindicado, suscrito con los bancos refinanciadores el día 14 de abril del presente año". Por tanto, "procederá a solicitar de dichas instituciones financieras la modificación de esta cláusula que precisa del acuerdo unánime, de tal manera […]
Dirigentes Digital
| 22 may 2015
La compañía explica que la nueva "postura" de Cisco es "incompatible" con las condiciones "reflejadas en el contrato de financiación sindicado, suscrito con los bancos refinanciadores el día 14 de abril del presente año". Por tanto, "procederá a solicitar de dichas instituciones financieras la modificación de esta cláusula que precisa del acuerdo unánime, de tal manera que permita la conclusión del proceso de reestructuración de Amper en marcha, así como la finalización de la ampliación de capital".
En caso de que no se modifique dicha cláusula, "quedará sin efectos el contrato de financiación sindicado y permitiría a las entidades acreedores reclamar el pago de la deuda vencida, lo que provocaría que la sociedad entrara en situación de concurso de acreedores".
El martes pasado, la compañía comunicaba a la CNMV que había recibido una "declaración de intención por escrito" por parte de dicha firma, que, actualmente controla una parte importante de la deuda de Amper tras adquirirla a los bancos, para participar en la ampliación de capital iniciada el pasado 14 de mayo, por un importe máximo de tres millones de euros, y sin que dicha participación exceda en ningún caso del 30% del capital social de la compañía tras la finalización de la misma y de la posterior conversión de la deuda financiera en acciones.
Por otra parte, hace poco más de una semana, el 14 de mayo, primer día de cotización de los derechos de la ampliación, recibía una orden incondicional e irrevocable de Bluegrace United para suscribir hasta 133 millones de acciones por un importe máximo de 6,65 millones de euros.
Recordemos que esta operación supone el paso previo a la puesta en marcha del plan de reestructuración de la deuda del grupo, que se encuentra en preconcurso de acreedores desde diciembre, y que fue suscrito el 14 de abril con la adhesión del 92,2% de las entidades acreedoras. Este consiste en la refinanciación de 120 millones de euros en dos tramos, uno de 105 millones convertibles en acciones y otro de 15 millones a mantener como préstamo garantizado, entre otras medidas.
Amper cerraba el primer trimestre del año con un resultado neto negativo de -3,9 millones de euros, reduciendo sus pérdidas en un 51% desde los -8 millones de euros del mismo periodo de 2014.
Por su parte, la contratación de la compañía descendía entre enero y marzo hasta los 16,1 millones de euros, esto es, un 39% menos, "principalmente por el descenso de la misma en las regiones de Brasil y España".
Al mismo tiempo, la cifra de negocio consolidada se situó en los 27,1 millones de euros frente a los 43,4 millones de euros del mismo periodo del ejercicio anterior. Y el EBITDA, los 0,2 millones positivos, frente a los -0.6 millones del mismo periodo del ejercicio anterior, "debido fundamentalmente a la mejora de la rentabilidad de los márgenes".