Aparecen vientos en contra para la economía española. Tras meses con el viento de cola a favor, como los economistas se referían a los tres factores externos que han puesto en órbita al PIB: tipos en mínimos históricos y petróleo y euro a la baja. Se han cruzado los tres para que el PIB crezca […]
Dirigentes Digital
| 10 sep 2015
Aparecen vientos en contra para la economía española. Tras meses con el viento de cola a favor, como los economistas se referían a los tres factores externos que han puesto en órbita al PIB: tipos en mínimos históricos y petróleo y euro a la baja. Se han cruzado los tres para que el PIB crezca a un ritmo anualizado del 4%. Pero los vientos han cambiado ligeramente. El parón económico de China ha puesto en jaque a la economía mundial. Por suerte para la economía española está relativamente blindada al gigante asiático apenas tiene exposición comercial.
Los primeros indicadores actividad de España del tercer trimestre indican que la economía no sufrió impacto alguno. Los datos de PMI de servicios y manufactureros sitúan al país a la cabeza del crecimiento europea. Incluso, la consultora Markit que elabora ambos índices prevé que de agosto a septiembre el PIB mantenga el ritmo de crecimiento trimestral del 1%. Sin embargo, los economistas locales no son tan optimistas. Esta semana han publicado sus previsiones las principales firmas de análisis. Los expertos señalan que si los problemas de China se prolongan en el tiempo terminarán afectando a la economía española. El efecto chino tiene sus mayores impactos negativos en América Latina y la principal economía europea, Alemania; que se pueden trasladar a España por las inversión en el continente y las relaciones comerciales, en el segundo.
"El deterioro del contexto internacional durante el verano, resultado de la desaceleración de la economía china y de otras economías emergentes, tendrá un impacto limitado en España y en lo que resta de este año será compensado por los efectos de la nueva bajada del precio del petróleo", destacan los expertos de Funcas. China ha provocado un nuevo desplome del petróleo y materias primas, algo que favorece significativamente a países con un alto nivel de dependencia energética. Desde el Gobierno se estima que el ahorro de la factura energética ascienda a 15.000 millones, si se mantiene el petróleo a la baja.
Pero los problemas de China desatan una serie de consecuencias. "La posibilidad de una menor actividad global obliga a retrasar las subidas de tipos de interés en Estados Unidos y, consecuentemente, el aumento de la volatilidad tanto en los mercados financieros que supone una menor depreciación del tipo de cambio del euro, un menor crecimiento previsto en la zona euro y un aumento moderado de la prima de riesgo española que, en conjunto, podrían limitar parcialmente el avance de los flujos comerciales y de la inversión", destacan los economistas de BBVA, que estiman que en el tercer trimestre aumentará un 0,6%, con la mitad de los datos disponibles. Expectativas en las que coinciden con el propio ministro de Economía, Luis de Guindos, que es consciente que será difícil que la economía conserve los ritmos del primer y segundo trimestre, del 0,9% y del 1%, respectivamente.
Política y economía
También los economistas españoles son conscientes de que las próximas citas electorales, con las catalanas en el próximo 27 de diciembre, y las generales, previstas para final de año, no ayudan a mantener las tasas de crecimiento. "Los principales riesgos proceden tanto de un empeoramiento mayor del previsto del contexto externo y financiero como de una posible agudización de las incertidumbres políticas internas, que podría dar lugar a una elevación de la prima de riesgo, encareciendo o dificultando el acceso a financiación exterior", apuntan el equipo de Funcas. Desde BBVA también han observado un aumento de tensión sobre la deuda española más allá de China. Las primas de riesgo de los países europeos se mueven al unísono frente a las turbulencias financieras externas. Sin embargo, el diferencial de la española con la italiana ha crecido en 60 puntos en el último según se acerca la cita electoral, que puede provocar una desviación a la baja de seis décimas el PIB. "La incertidumbre, sea política o no, es lo peor que le puede pasar, no se trata tanto del color del partido que gobierne, sino de que el Gobierno que salga sea estable", advertía a sus clientes Banca March.
Hasta final de año, la política va a marcar la marcha económica del país y dependiendo de los resultados electorales continuará haciendo. "Habitualmente contextos de incertidumbre general retrasan las decisiones de inversión y en menor medida de consumo" y que, una vez solucionadas esas incertidumbres, "si han cambiado las condiciones, puede que las inversiones busquen otros lugares", advirtió el jefe de economistas de BBVA, Jorge Sicilia. Las advertencias de los expertos no son solo palabras. En junio, salieron del país 21.700 millones, según se desprende de los datos de la balanza de pagos del Banco de España. El dinero se mueve rápido y los inversores han dado los primeros avisos. Para valorar el movimiento de capitales, hay que tener en cuenta que en lo que va de año hasta junio el saldo de inversiones de 29.500 millones de euros, frente a la inversión de 13.000 millones que se registró en 2014. Y eso que 2015 está siendo el año despegue económico.