La hecatombe de la andaluzas ha provocado un seísmo interno dentro del Partido Popular. Por mucho que fuera minimizado por no ser extrapolable al resto del territorio nacional, a dos meses de las elecciones autonómicas y locales ha puesto nerviosos a los barones del partido. Los resultados han dejado claro que la tendencia a la baja de las encuestas son un hecho y pone en peligro la reelección en ayuntamientos y en Gobiernos autonómicos. Además, de subrayar la fuga de votos que se puede producir vía Ciudadanos tras la fulgurante aparición en Andalucía.
La semana pasada las críticas y el malestar interno contra la dirección del partido por su inmovilismo fue creciendo hasta hacerse público. La apuesta política por la recuperación económica como única baza electoral es insuficiente para concurrir a las urnas, como ha quedado demostrado con el candidato Juan Manuel Moreno. Algunos barones como Monago o Aguirre se han desvinculado al máximo de la marca del PP para sus campañas, percibida como una rémora y otros han presionado para un giro radical en la política del partido, y algunos están presionando para pedir cabezas como responsables del batacazo electoral.
La elección del candidato Juan Manuel Moreno Bonilla, impulsado por Javier Arenas, vicesecretario nacional del PP para asuntos territoriales, fue bendecido por Mariano Rajoy, en contra del criterio de María Dolores Cospedal. La secretaria general apenas se involucró en la campaña y no se responsabiliza de la derrota. La número dos del partido ya ha quedado varias veces desautorizada por Rajoy y sus más cercanos como Soraya Sáenz de Santamaría o González Pons, en la presión para que Aguirre abandonara la presidencia del PP madrileño, o cuando intentó obligar a Francisco Camps a abandonar la presidencia de la Comunidad Valenciana.
Las críticas han dolido a la manchega que ha decidido dar un paso al frente en la antesala de la Junta Directiva. En un movimiento inédito dentro del partido, a través de su número dos, Carmen Riolobos, un duro comunicado del PP de Castilla La Mancha puso negro sobre blanco el malestar de Cospedal, "los que perdieron Andalucía, esos que no han ganado nunca o que no se han presentado a unas elecciones o, incluso, que no saben nada de política, se están dedicando a desestabilizar el Partido Popular", señalando directamente al PP andaluz y a Javier Arenas.
La secretaria general del PP andaluz, Loles López, hizo público un comunicado en el que pide respeto para la organización regional y Moreno frente a quienes "han convertido sus partidos en una guerra de familias o en una guerra de egos para subir escalones en política nacional".
La secretaria general llega a la Junta Directiva con su puesto en el aire y como moneda de cambio para una renovación para afrontar las autonómicas y las generales a final de año. Varias fuentes apuntan a que tarde o temprano será sustituida por Alberto Núñez Feijóo, que está liberado de afrontar citas electorales y está limpio de los últimos escándalos de corrupción del partido. Pero casi nadie en el PP apuesta porque Rajoy tome esta decisión en vísperas de las autonómicas. El presidente es poco dado a tomar decisiones radicales en caliente.
Desde el PP han informado que en la reunión clave de mañana, Rajoy planteará un plan electoral para afrontar la campaña, donde se pondrá el foco en una reducción de impuestos para dar lustre a la recuperación económica. El documento de trabajo que se presentará a los líderes autonómicos y locales contendrá una revisión de los tramos autonómicos del IRPF y una disminución del impuesto de sucesiones y donaciones entre padres e hijos y entre cónyuges.
