Grecia tiene que presentar un listado detallado y concreto de reformas para desbloquear los 7.600 millones de euros del último tramo del rescate. En las últimas que presentaron no terminaron de convencer en el Eurogrupo porque no incluían memoria económica y apenas se tocaban las líneas rojas trazadas por Atenas como un incremento de la […]
Dirigentes Digital
| 08 may 2015
Grecia tiene que presentar un listado detallado y concreto de reformas para desbloquear los 7.600 millones de euros del último tramo del rescate. En las últimas que presentaron no terminaron de convencer en el Eurogrupo porque no incluían memoria económica y apenas se tocaban las líneas rojas trazadas por Atenas como un incremento de la presión fiscal y mayores recortes en la Administración.
La antigua troika, constituida por la Comisión, el FMI y el BCE; quiere un control fuerte en el gasto, algo que Atenas considera inviable sin traicionar a sus promesas de terminar con la austeridad. Grecia quiere incidir en lucha contra la corrupción y la evasión fiscal para alcanzar los objetivos de sus socios. Algo que se comparte desde Bruselas pero que se consideran insuficientes para garantizar la viabilidad de las cuentas públicas del país. En estos momentos, el foco del debate es en la reforma de las pensiones y del mercado laboral y en que el Gobierno no deshaga los avances de los anteriores años.
Grecia ya cedió en la anterior lista que resultó vaga donde se comprometía a una revisión y control en cada área de gasto público, por ejemplo, en Educación, Defensa, Transporte o prestaciones sociales. Así como, mejorar drásticamente la eficiencia e identificar medidas de ahorro en todos los ministerios.
Por otro lado, el Gobierno de Tsipras plantea que"el FMI de poner sus líneas rojas en las reformas, en particular en la laboral y la de pensiones, y se muestra más flexible en la negociación de las metas de superávit y abre la puerta a una restructuración de deuda. Pero la Comisión Europea es más flexible en las reformas y tiene sus líneas rojas en el superávit y en la reestructuración de deuda", con lo que es imposible llegar a un acuerdo.
Aunque se diera una conjunción de los astros para un acuerdo, Varoufakis ya ha dicho que no cree que sea el próximo lunes, queda el escollo político. Tsipras ya ha amenazado con un referéndum sobre la continuidad de Grecia en el euro. Una postura que también se abre para que los ciudadanos voten si es aceptable el posible pacto. Pero por otro lado el acuerdo deberá pasar por los parlamentos de Alemania, Holanda y Finlandia cada vez más hostiles con Grecia.