Los inversores que se centran en el “mining” mediante criptodivisas son un grupo inconstante, que dependen de la cantidad que consigan adquirir y de los costos económicos. Esta minería se ha mostrado lucrativa para ellos, pero como consecuencia los precios de las herramientas utilizadas en el “mining” de las criptomonedas está en alza, similar a la […]
Dirigentes Digital
| 14 jul 2017
Los inversores que se centran en el “mining” mediante criptodivisas son un grupo inconstante, que dependen de la cantidad que consigan adquirir y de los costos económicos. Esta minería se ha mostrado lucrativa para ellos, pero como consecuencia los precios de las herramientas utilizadas en el “mining” de las criptomonedas está en alza, similar a la fiebre del oro visto en el siglo XIX. Durante la fiebre del oro de California, las herramientas utilizadas para la mina se dispararon en el precio. Las cacerolas de oro que se necesitan normalmente costaban 0,20 dólares antes de la fiebre en 1848, pero luego aumentaron bruscamente en pocos años hasta los 8 dólares. Dado que el salario de un trabajador no calificado era de 0,90 dólares por día durante ese período, aquello suponía una inversión sustancial. Las noticias de la subida estratosférica de los precios de las criptodivisas populares como Bitcoin y Ethereum ha llevado a algunos grandes inversores a desarrollar granjas de servidores de minería con poder de procesamiento significativo. “Es una inversión sencilla; Una vez que la infraestructura de minería (un poderoso procesador para resolver el proceso de minería algorítmica) está configurada y es autónoma, no hay mucho más que hacer que preocuparse por el precio fluctuante y su punto de equilibrio”, comenta James Butterfill, director de análisis de ETF Securities. Este “mining” en criptodivisas puede dividirse en dos grandes costos, “los costos iniciales del hardware y el costo continuo del consumo de energía”. A los precios actuales del Ethereum, al tener en cuenta la volatilidad, es posible que un inversor alcance el punto de equilibrio en menos de 6 meses “dependiendo de los costos de energía”. En consecuencia, estas granjas de servidores se encuentran a menudo en lugares donde los costes de energía son bajos, mejorando el punto de equilibrio. La infraestructura de minería total disponible para Ethereum se cuantifica por el hashrate (H / s) por segundo, definido como la velocidad a la cual un proceso se completa en el código de las monedas. En julio de 2015, este hashrate fue 24GH / s, mientras que este mes de julio ha subido a un asombroso 65.577GH / s según Etherscan.io. “Claramente, ha habido un crecimiento considerable en la infraestructura minera de Ethereum”, comenta Butterfill. Este aumento en la popularidad de Ethereum también ha llevado a estos aficionados a construir infraestructura minera utilizando tarjetas gráficas de juego (GPU). Los “mineros aficionados” están construyendo plataformas a menudo con hasta 6 GPUs (mucho más que la única GPU necesaria para el juego) y consecuentemente ciertas GPU están subiendo rápidamente en precio y se hacen escasas. Con todo, el auge aumenta cada vez más y a rimo de burbuja.