Sobre todo, aquellos detalles que podrían pasar desapercibidos pero que muchas veces dicen más de ti que cualquier otra prenda. Lo que comenzó siendo un mero objeto de necesidad para guardar dinero y tarjetas de crédito, se ha convertido en uno de los accesorios más demandados por el hombre, y que, en el caso de […]
Dirigentes Digital
| 24 nov 2015
Sobre todo, aquellos detalles que podrían pasar desapercibidos pero que muchas veces dicen más de ti que cualquier otra prenda. Lo que comenzó siendo un mero objeto de necesidad para guardar dinero y tarjetas de crédito, se ha convertido en uno de los accesorios más demandados por el hombre, y que, en el caso de double 00, tiene su propia historia.
Bajo el sello de calidad de Ubrique, las carteras double 00 están hechas a mano continuando las técnicas de marroquinería transmitidas de generación en generación.
Fabricadas con una cuidada selección de pieles de máxima calidad, la double 00 tiene un diseño innovador, moderno, práctico y elegante. La idea de double 00 surgió hace ahora mas de diez años, cuando Jan Alessie, uno de los socios de double 00, compró una billetera similar en un rincón de Roma.
La cartera pronto se convirtió en objeto de culto para él y sus amigos. Años después, cuando la tienda cerró sus puertas, Jan y Alejandro Rodiles, segundo socio en esta aventura, decidieron perfeccionar la cartera de sus vidas, incorporar nuevas ideas y producirla exclusivamente en España.
La producción inicial de 200 carteras se vendió en cuestión de semanas y enseguida empezaron a recibir pedidos desde diferentes países y fuera de su círculo de amigos, dándose cuenta del potencial de este producto. Las carteras double 00 escriben ahora su presente en paralelo a la vida de los agentes 00.
Y es que fueron las novelas de Ian Fleming las que han servido de inspiración al dúo creativo para bautizar a la marca. El más famoso de ellos es 007, también conocido como James Bond, representante del estilo y la elegancia de la cartera double 00.
La cartera double 00 no pasa desapercibida; si pruebas a usarla, terminarás pensando como sus creadores. Y, a la hora de pagar, marcarás la diferencia.