El comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Rodrigo Londoño, alias Timoleón Jiménez o Timochenko, hizo el anuncio en la capital cubana pocos días después de que la guerrilla y el delegado del presidente Juan Manuel Santos concluyeran sus conversaciones de paz tras casi cuatro años de diálogo. "Nunca más padres enterrando a sus […]
Dirigentes Digital
| 29 ago 2016
El comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Rodrigo Londoño, alias Timoleón Jiménez o Timochenko, hizo el anuncio en la capital cubana pocos días después de que la guerrilla y el delegado del presidente Juan Manuel Santos concluyeran sus conversaciones de paz tras casi cuatro años de diálogo. "Nunca más padres enterrando a sus hijos e hijas caídos en la guerra", afirmó Timochenko, informa la agencia local Sipse.com.
"En mi condición de comandante… ordeno a todos nuestros mandos, a todas nuestras unidades, a cada uno de nuestros y nuestras combatientes a cesar el fuego y las hostilidades de manera definitiva", publica The Associated Press. "Las rivalidades y rencores deben quedarse en el pasado", agregó el líder guerrillero visiblemente emocionado y rodeado de la delegación negociadora que trabajó en la isla, entre ellos el comandante Iván Márquez, cuyo verdadero nombre es Luciano Marín Arango, quien estuvo al frente en el diálogo por la parte insurgente. Cadena de acuerdos La noticia coincide con otra notificación realizada el viernes por Santos para un alto al fuego por parte de las fuerzas armadas que entrará en vigor a partir del lunes 29 de agosto. El gesto es el más reciente de una cadena de acuerdos y señales de disminución de las hostilidades de ambas partes que preparan la firma formal de la paz, la cual se llevará a cabo en algún momento entre el 20 y el 26 de septiembre.
El 2 de octubre se efectuará un plebiscito en el cual los colombianos deben decidir si aceptan o no el texto rubricado y negociado en Cuba desde finales de 2012. Sectores ligados al expresidente colombiano Álvaro Uribe se mostraron contrarios al proceso y no aceptan que las FARC se reincorporen a la vida política civil. El acuerdo se basó en una agenda preestablecida de seis puntos: los problemas de la tierra, la participación política, el combate al narcotráfico, el resarcimiento a las víctimas y los mecanismos de verificación de lo convenido.