De momento, ninguna gestora ha anunciado que vaya a desplazar su sede fuera de la City. Un lugar que representa el 25% de los servicios financieros de la Unión Europea. La mayor preocupación, que a buen seguro será tratada en la reunión que hoy mantienen gestoras y la Investment Association en Londres, es que el […]
Dirigentes Digital
| 05 jul 2016
De momento, ninguna gestora ha anunciado que vaya a desplazar su sede fuera de la City. Un lugar que representa el 25% de los servicios financieros de la Unión Europea. La mayor preocupación, que a buen seguro será tratada en la reunión que hoy mantienen gestoras y la Investment Association en Londres, es que el Brexit suponga una amenaza para que Reino Unido siga siendo el segundo mayor centro de gestión de activos del mundo solo por detrás de EEUU. Según datos oficiales, las firmas de inversión con sede en la City emplean a 35.000 personas. Y a otras 25.000 de sectores relacionados.
De momento, los centros financieros de Dublín y Luxemburgo ya han comenzado a trabajar para intentar atraer ese negocio que pueda ‘salir’ de Londres, creando grupos de trabajo que estudien fórmulas para beneficiarse de los efectos del Brexit en el negocio londinense.
Por ejemplo, según informa el Financial Times, el gigante Fidelity International, que lleva instalado en Londres desde 1973, tiene intención de trasladar a 100 de sus empleados a Irlanda. Y aunque aseguran que se trata de una decisión tomada antes del referéndum, sin duda está influenciada por éste.
Otras firmas como Columbia Threadneedle apostarán por expandir sus operaciones en Luxemburgo ya que, aunque no hay intención de mover la sede en Londres, sí tienen la idea de reforzar su presencia allí para una mayor relación con la gestión de activos en la Unión Europea.
Las gestoras tienen claro que, sin pasaporte europeo, tendrán que reforzar sus staff fuera de Reino Unido, con una mayor presencia de gestores y distribuidores para mantener la confianza de los inversores minoristas de la zona continental.
Según cálculos de Fitch, cerca del 40% de todo el dinero gestionado por las gestoras del Reino Unido es de inversores extranjeros, por lo que cualquier reducción sostenida de la demanda de este colectivo impactaría negativamente en la industria.
Otras firmas podrían apostar directamente por crear nuevas gamas de fondos para su domicilio en otros países, como los propios Irlanda o Luxemburgo, con el objetivo de conseguir una mejor comercialización entre los inversores europeos, que de otro modo quedarían excluidos una vez que Gran Bretaña se separe de la UE