En un discurso sobre economía en Detroit, Donald Trump prometió bajar los impuestos y crear puestos de trabajo. Trump ha prometido que la clase media será la que más se beneficie de esta rebaja de impuestos. "Quiero reactivar a Estados Unidos", dijo Trump. "Y ni siquiera será tan difícil", agregó. Trump se apegó a sus […]
Dirigentes Digital
| 09 ago 2016
En un discurso sobre economía en Detroit, Donald Trump prometió bajar los impuestos y crear puestos de trabajo. Trump ha prometido que la clase media será la que más se beneficie de esta rebaja de impuestos. "Quiero reactivar a Estados Unidos", dijo Trump. "Y ni siquiera será tan difícil", agregó.
Trump se apegó a sus comentarios preparados en lugar de seguir su estilo espontáneo, que frecuentemente lo ha llevado a realizar controvertidos dichos en sus mítines. El candidato se mantuvo tranquilo, incluso después de que 14 manifestantes se pusieran de pie para gritar a intervalos coordinados mientras él hablaba en el Detroit Economic Club, informa Reuters.
Los comentarios del magnate parecieron enfocarse en los empresarios adinerados y la clase trabajadora, en especial quienes se han visto afectados por el declive del sector manufacturero en ciudades como Detroit. Trump dijo que Clinton representa "las voces cansadas del pasado". "Ahora comenzamos una gran conversación nacional sobre una renovación económica para Estados Unidos", añadió.
"Es una conversación sobre cómo volver a hacer a Estados Unidos grande para todos (…) especialmente para aquellos que tienen menos", agregó.
Gran parte del discurso reflejó los temas de debate republicanos, pero sus críticos dijeron que las propuestas carecieron de detalles. Trump dijo en Detroit que su plan incluirá la imposición de una moratoria temporal sobre nuevas regulaciones federales y una reducción de la carga tributaria para los padres trabajadores que tengan costos por cuidado de niños con problemas de salud. Asimismo, propuso recortar de siete a tres los tramos del impuesto sobre la renta federal y reducir la tasa máxima del 39,6 al 33%. Con anterioridad, había dicho que bajaría ese tope al 25%, una idea que muchos expertos fiscales aseguraron que reduciría drásticamente los ingresos del gobierno y agrandaría el déficit.