Cada vez más multinacionales de EEUU, como por ejemplo Colgate-Palmolive, Procter & Gamble y PepsiCo, están llevando a cabo la desconsolidación de sus resultados de 2015 para excluir sus operaciones en Venezuela y que el deterioro que están sufriendo en el país, no afecte a la matriz. La compañía de productos de belleza Avon, por […]
Dirigentes Digital
| 28 jul 2016
Cada vez más multinacionales de EEUU, como por ejemplo Colgate-Palmolive, Procter & Gamble y PepsiCo, están llevando a cabo la desconsolidación de sus resultados de 2015 para excluir sus operaciones en Venezuela y que el deterioro que están sufriendo en el país, no afecte a la matriz.
La compañía de productos de belleza Avon, por ejemplo, ha registrado una pérdida de aproximadamente 120 millones de dólares en el primer trimestre como parte de su movimiento de desconsolidación, según Reuters. Mientras tanto, aquellas que no han desconsolidado sus operaciones en Venezuela están sufriendo el impacto en sus cuentas de resultados o pronostican saneamientos futuros si la economía del país no mejora.
En el caso de las farmacéuticas, les afecta especialmente no poder intercambiar bolívares por dólares. Pfizer, por ejemplo, ha explicado recientemente que no va a poder seguir operando en Venezuela como lo ha hecho hasta ahora.
El fabricante de automóviles General Motors ha asegurado que sus operaciones en Venezuela pueden necesitar apoyo financiero adicional, pero no se ha tomado una decisión para proporcionarla. Por su parte, Ford canceló su inversión en Venezuela tras amortizar 800 millones de dólares.
La desconsolidación seguirá siendo una opción atractiva para las empresas extranjeras con filiales en Venezuela, ya que les permite evitar el goteo de pérdidas en el país latinoamericano.