Los ministros de Finanzas se han encontrado en la reunión de hoy con la complejidad de afrontar el tercer rescate para Grecia. Aunque Grecia asuma los compromisos exigidos por el Consejo Europeo no va a ser fácil cerrar un memorádum de entendimiento (MoU, por sus siglas en inglés) que libere los 86.000 millones para el […]
Dirigentes Digital
| 13 jul 2015
Los ministros de Finanzas se han encontrado en la reunión de hoy con la complejidad de afrontar el tercer rescate para Grecia. Aunque Grecia asuma los compromisos exigidos por el Consejo Europeo no va a ser fácil cerrar un memorádum de entendimiento (MoU, por sus siglas en inglés) que libere los 86.000 millones para el país. El ministro de Finanzas de Finlandia ya anunciaba antes del Eurogrupo que "el gran problema iba a ser encontrar la financiación puente y creo que esas negociaciones serán muy difíciles porque no veo que muchos países tengan la voluntad de dar dinero sin ninguna condición".
Los primeros tramos de los 86.000 millones del tercer rescate no van a llegar a tiempo para que Grecia afronte las responsabilidades financieras de los próximos días. El presidente del Eurogrupo Jeroen Dijsselbloem ha advertido que las negociaciones no van a durar menos de cuatro semanas y el próximo lunes Atenas necesitará 3.500 millones de euros para cumplir con vencimientos de bonos en manos del Banco Central Europeo (BCE). Y también debe pagar sus obligaciones incumplidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de finales de junio y del lunes.
En total, Grecia necesitará en julio 7.000 millones de euros según estimaciones de las instituciones que representan a sus acreedores. Y para mediados de agosto requerirá unos 5.000 millones de euros más para cubrir vencimientos de deuda.
El comisario económico Pierre Moscovici ha admitido en la posterior rueda de prensa que están debatiendo distintas fórmulas para adelantar dinero a Grecia. Una opción es liberar a Atenas beneficios del SMP -programa de mercados de valores-, que el BCE y los bancos centrales nacionales de la zona euro obtuvieron de la compra de bonos griegos durante la crisis de deuda soberana. Eso totalizaría 1.900 millones de dólares de 2014 y 1.400 millones de 2015, pero no sería suficiente para cubrir los requerimientos de financiación.
Una segunda alternativa es usar dinero que todavía queda en el denominado Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (MEDE), que consiste en un fondo de rescate creado en 2010 y que fue usado para ayudar a Irlanda y Portugal.
El MEDE aún cuenta con 13.200 millones de euros, pero como los bonos emitidos por la Comisión Europea para llegar a esa suma estarían respaldados por el presupuesto de la Unión Europea, el dinero sólo puede usarse con el consentimiento de los 28 estados miembros, no de los 19 países de la zona euro. Dijsselbloem ha apostado con analizarlo esta semana en el Ecofin.
La última posibilidad sería que el BCE tras que Grecia apruebe las reformas eleve el techo del ELA para que los bancos griegos puedan financiar al Gobierno comprando deuda a corto plazo.
Un acuerdo tras 17 horas de negociación
El esperado acuerdo con Grecia ha sido anunciado por Twitter con una simple palabra. El primer ministro belga ha publicado "Agreement" antes de que fuera oficial, después de 17 horas de durísimas negociaciones. El presidente del Consejo Europeo ha sido el encargado de ponerlo de largo ante los medios de comunicación, "se puede decir que tenemos un gran acuerdo y seguiremos las negociaciones de las condiciones del MEdE cuando el parlamento griego adopte medidas concretas".
"La Comisión Europea no está dispuesta al Grexit", ha dicho su presidente, Jean Claude Juncker, que ha subrayado la preocupación por la consolidación presupuestaria de Grecia, "pero también de su crecimiento". Por ello ha anunciado un paquete de 35.000 millones para apoyar a la economía helena.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha entrado en detalles técnicos al desvelar que calculan que los bancos griegos requieren 25.000 millones de recapitalización. Las necesidades liquidez saldrán de un fondo fiduciario de 50.000 millones que estará compuesto por activos griegos. Los fondos estarán destinados a la recapitalización de los bancos y pagar la deuda.
La historia interminable de Grecia ha llegado a su fin. Recordemos que el Eurogrupo pedía a Grecia dos condiciones: Atenas asumiría la participación del Fondo Monetario Internacional (FMI) -hace unas horas Tsipras se negó a que el organismo presidido por Christine Lagarde formara parte del rescate-, pero no con un nuevo préstamo sino con apoyo de expertos. Y, en segundo lugar, Grecia debe renunciar a lograr un acuerdo para una quita.
Otra condición es la creación de un fondo fiduciario al que se trasladarían activos públicos griegos para privatizarlos y lograr hasta 50.000 millones de euros a largo plazo para reducir la deuda helena. Esta idea, impulsada por Alemania, tampoco era del agrado del Ejecutivo heleno. Además, fuentes comunitarias indicaron que las instituciones que formaban la troika (BCE, CE y FMI) consideran que por esos activos no podrían lograrse más de 7.000 millones de euros.
Por su parte, Grecia ha decidido extender dos días más el cierre de los bancos, en vigor desde el 29 de junio, informa Reuters, tras una reunión con el viceministro de Finanzas del país. La idea es reabrir las sucursales (de los bancos) el jueves.