Las consecuencias económicas del ébola ya se han sentido en los países donde se han producido más casos como Sierra Leona, Guinea o Liberia Las previsiones económicas del Banco Mundial estiman, por ejemplo, que se producirá una caída del PIB de Guinea de entre el 3,5% y el 4,5%. Mientras que la agencia para el […]
Dirigentes Digital
| 07 oct 2014
Las consecuencias económicas del ébola ya se han sentido en los países donde se han producido más casos como Sierra Leona, Guinea o Liberia Las previsiones económicas del Banco Mundial estiman, por ejemplo, que se producirá una caída del PIB de Guinea de entre el 3,5% y el 4,5%. Mientras que la agencia para el desarrollo de la ONU estimaba que los costes de las operaciones de emergencia para los tres países ascenderían a 70 millones de dólares.
El caso de España tiene poco que ver con estos países africanos. En primer lugar porque las condiciones sanitarias son mucho mejores tanto en equipamiento como en médicos, lo que puede frenar la expansión de la enfermedad. Además, el desarrollo del país también podría mitigar el impacto.
El turismo, gran perjudicado
Las compañías relacionadas con el sector turístico están protagonizando las caídas en el parqué madrileño. Empresas como NH Hoteles, Meliá o IAG viven unas caídas que destacan en el tono bajista de mercado, provocado por los malos datos de Alemania. La caída del grupo IAG bajo el que se agrupan las aerolíneas Iberia, British Airways y Vueling ha arrastrado a otras empresas del sector como Lufthansa o Air France.
Sin llegar a haber un brote de ébola, la noticia del primer caso de ébola contagiado fuera de África, ha saltado a todas las portadas. Este lunes era la novena noticia más leída de Bloomberg, un terminal que suele estar en la mesa de directivos y banqueros internacionales mientras que lideraba la clasificación de las noticias más vistas en la BBC. Esto puede afectar a la percepción de los mercados internacionales sobre España. Las incertidumbres no les gustan a los inversores y los problemas sanitarios del país podrían verse como un foco de falta de seguridad.
El sector donde más efectos podría haber en el corto plazo es el turismo. El miedo a un posible contagio o una información alarmista podría hacer que los visitantes cancelaran reservas o se decidieran por otros destinos. En lo que llevamos de año, nos encontrábamos ante un buen ejercicio turístico que podría volver a romper récord de llegadas de visitantes extranjeros. Ahora, habrá que esperar a ver qué ocurre con esta enfermedad.
Precisamente España lleva desde 2011 beneficiándose de una mayor llegada de turistas por la inestabilidad en el norte de África. La primavera árabe hizo que muchos turistas dejaran de visitar países como Egipto o Túnez y se decantaran por un país como España donde con un tipo de turismo similar pero con una mayor seguridad.