Las propuestas de los partidos

El PP propone un Fondo de capitalización para los trabajadores al estilo del ‘modelo austríaco’, un especie de mochila al que el trabajador aporta durante todo su vida laboral y que recupera en los supuestos de despido o jubilación.

Para fomentar, además, el ahorro de cara a la jubilación el PP propone incrementar la desgravación fiscal por aportaciones a sistemas de previsión social en los casos en que las aportaciones sean conjuntas por el empresario y el trabajador.

Los populares también son favorable a prolongar ‘voluntariamente’ la vida laboral más allá de los 67 años a través de incentivos como eliminar el pago del IRPF y haciendo compatible el salario con el cobro de la pensión.

El PSOE propuso para las pasadas elecciones del 20D eliminar todas las reformas introducidas por el PP en esta legislatura. Esto implicaría eliminar los factores de revalorización y sostenibilidad de las pensiones; volver a hacer más fáciles los accesos a la jubilación parcial y flexible; y permitir nuevamente que una buena parte de las retribuciones en especie que reciben los trabajadores no coticen a la Seguridad Social.

La formación liderada por Pedro Sánchez propone mejorar los ingresos por cotizaciones sociales a través de la elevación gradual de la base máxima de cotización y de la mejora progresiva de las bases mínimas. Los socialistas han hablado, además, de un nuevo impuesto finalista que estará destinado a sufragar el gasto en pensiones.

Ciudadanos plantea reabrir el debate sobre el Pacto de Toledo y plantea fijar el importe de las pensiones en función de las cotizaciones realizadas por cada trabajador durante toda su vida laboral. La formación naranja es partidaria de que cada trabajador elija ‘libremente’ la edad a la que quiere jubilarse para poder acceder a una pensión suficiente. La prolongación de la vida laboral, debe ser flexible, dicen, para no perjudicar a quienes hayan empezado a trabajar a una edad temprana o a quienes realicen trabajos de gran esfuerzo físico.

Podemos propone derogar tanto la reforma de pensiones del año 2010 del PSOE como la del año 2014 del PP. Por lo tanto se volvería a la edad de jubilación a los 65 años y la indexación de las mismas según el IPC y proponen financiarlas vía impuestos. En su programa electoral, la formación morada introducía el aumento de las pensiones contributivas de forma progresiva durante los cuatro años de legislatura.

En cuanto a Unidad Popular niega la mayor y rechaza que el sistema de pensiones no sea viable. En su opinión, el coste de gestión de la Seguridad Social es diez veces menor que el de los planes de pensiones privados de las entidades financieras.

En este sentido, la formación de izquierdas propone elevar la pensión mínima a 756 euros desde los 636 actuales. En caso de tener cónyuge a cargo se elevaría hasta los 831 euros. Además, propone reducir las ventajas fiscales de los planes privados de pensiones.