El 1 de septiembre será recordado por el día en que más de cien famosas vieron sus "vergüenzas" al descubierto en la Red. Jennifer Lawrence, Ariana Grande, Rihanna, Kate Upton o Kim Kardashian, entre muchas otras, no sólo han visto comprometida su privacidad al descubrir en la Web las fotos íntimas que guardaban en servicios […]
Dirigentes Digital
| 22 sep 2014
El 1 de septiembre será recordado por el día en que más de cien famosas vieron sus "vergüenzas" al descubierto en la Red. Jennifer Lawrence, Ariana Grande, Rihanna, Kate Upton o Kim Kardashian, entre muchas otras, no sólo han visto comprometida su privacidad al descubrir en la Web las fotos íntimas que guardaban en servicios de almacenaje on-line, como iCloud, sino que muchas de ellas podrían estar siendo víctimas de un chantaje por parte de quien ha cometido el robo de este material para no hacer público contenido erótico más subido de tono.
Es sólo otro incidente más en la larga lista de celebridades que se han visto comprometidas por no llevar a cabo unas normas básicas de seguridad y privacidad.
Regla nº 1: no suba a la Red lo que no quiera que se comparta. Lo que se publica en Internet, se queda en Internet, de una manera u otra. Bien sea por la vulnabilidad del servicio por muchas políticas de privacidad que tenga, bien porque haya alguien que captura el contenido sistemáticamenet y lo duplique antes de que puedas borrarlo, o sólo porque ningún servicio está libre que recibir ataques. Esta norma de oro sería mucho más lógica si además el usuario es un personaje famoso o popular, ya que seguro que está en el punto de mira de muchos ciberdelincuentes ávidos de conseguir dinero y visibilidad a cambio de hacer públicos los secretos más íntimos.
Regla nº 2: no se fíe de ningún servicio on-line. Es lamentable, pero es así. Ni iCloud ni ningún otro servicio de Internet son totalmente seguros. Las razones son muchas, pero básicamente hay dos grandes riesgos: que el servicio pueda ser atacado, ya que no existe sistema informático 100% seguro, o que roben la contraseña al usuario de cualquier manera y, de esta forma, puedan acceder a su cuenta y a su información. Por lo tanto, y aunque los sistemas de almacenamiento on-line son sumamente útiles, sobre todo si permite el acceso a la información desde varios dispositivos, desde ESET recomiendan no guardar en estos ningún documento sensible, sea del formato que sea.
Regla nº 3: asegure sus contraseñas. Con noticias como la de estos días se ve que el uso de usuarios y contraseñas es algo que puede terminar en un desastre para nuestra privacidad si no utilizamos contraseñas robustas. Por eso, muchas empresas están incorporando el uso del doble factor de autenticación, entre ellas Apple. Por este motivo, se recomienda a todos los usuarios que averigüen si su servicio on-line está utilizando esta tecnología. Y si es así, que la activen, ya que aunque tampoco garantiza la seguridad al 100%, al menos pone más barreras a los ciberatacantes.
Regla nº 4: nunca acceda a sus servicios on-line a través de aplicaciones. Cada vez más usuarios comparten su vida digital desde dispositivos móviles, aunque muchas veces sin la conciencia de seguridad que tendrían si lo hicieran desde un ordenador. No obstante, los móviles también son víctimas de robos de datos y debemos de ir con cuidado vigilando a qué redes nos conectamos y qué información consultamos o compartimos para evitar que alguién pueda espiar nuestra información privada. Además, se deben revisar si las aplicaciones móviles disponen de las mismas características de seguridad que sus homónimas para ordenadores. En demasiadas ocasiones, una aplicación para móviles no cifra los datos o utiliza un protocolo seguro como "https://", por lo que estamos utilizando un canal inseguro para actualizar nuestro estado en redes sociales o compartir documentos confidenciales.
Regla nº 5: cierre bien las sesiones antes de abandonar el servicio que esté utilizando. Algo que casi nunca nadie hace. Utilizamos una red social o un servicio y simplemente cerramos el navegador, pensando que, de esta manera, hemos cerrado la sesión. Pero realmente no es así. Si queremos dejar nuestra cuenta cerrada de cualquier tipo de servicio, tenemos que buscar la opción "Salir" o "Logout". Entonces sí estaremos dejándola cerrada. Si utilizamos algún dispositivo que no es nuestro, o un ordenador de uso común, al cerrar simplemente con el navegador estaremos dejando la sesión abierta para cualquiera que utilice el dispositivo posteriormente, abriéndole la puerta, de esta manera, a nuestra privacidad, y poder copiar el contenido a una llave USB o llevarla a su propio almacén en la nube.
Regla nº 6: asegure bien sus dispositivos móviles. Aunque en este caso el problema no ha sido derivado del uso de dispositivos móviles, lo cierto es que cada vez se producen más robos y pérdidas tanto de smartphones como de tablets. Si no tenemos contraseñas de acceso, cualquiera que llegue a ellos puede tener acceso a absolutamente toda nuestra información y nuestros perfiles o servicios que utilicemos. Además, si contamos con un sistema antirrobo eficaz, podremos no sólo tratar de localizar nuestro dispositivo perdido o robado sino que también podremos eliminar remotamente toda la información privada almacenada en el dispositivo, evitando así que se use en nuestra contra.
Regla nº 7: no se hagas fotos íntimas o de las que se pueda arrepentir con el móvil ni las comparta en Internet, ni siquiera en un servicio privado. Aunque no entramos a valorar el porqué de la moda de hacerse fotos en ropa interior, sin ropa interior o en situaciones embarazosas o subidas de tono, se recomienda a los que gusten de esta tendencia que utilicen cámaras digitales en vez de smartphones y que las guarden cifradas en sus tarjetas de memoria o discos duros locales, en vez de en sus teléfonos y/o servicios en la Red; sobre todo en el caso de personajes famosos y conocidos. Sea porque puedan acceder a su dispositivo móvil, o porque les roben las contraseñas, o porque accedan a iCloud o servicios similares (Dropbox, Drive), siempre estaremos en el punto de mira de ciberdelincuentes que buscan sacar un beneficio económico de este material. Este consejo también es extensible, por supuesto, a todos los usuarios de smartphones y tablets, pero también, y sobre todo, a adolescentes, ya que se ha convertido en una moda peligrosa que ya ha supuesto más de un problema.