Los estudios e informes oficiales lo avalan: el mercado inmobiliario español continúa su fase de recuperación y se posiciona como un sector atractivo para la inversión. En este sentido, Badi, una app que permite a los usuarios encontrar habitación en pisos compartidos según afinidades, analiza la situación que está viviendo el sector y propone respuestas […]
Dirigentes Digital
| 10 ene 2017
Los estudios e informes oficiales lo avalan: el mercado inmobiliario español continúa su fase de recuperación y se posiciona como un sector atractivo para la inversión. En este sentido, Badi, una app que permite a los usuarios encontrar habitación en pisos compartidos según afinidades, analiza la situación que está viviendo el sector y propone respuestas concretas para superar los retos que se plantean. Desde la aplicación recopilan información y datos del sector para identificar las principales tendencias del mercado de la vivienda: 1. Incremento de pisos de alquiler turístico y vacacional: Una de las tendencias más destacadas del sector inmobiliario y de la que más se ha hablado durante el 2016, es el progresivo abandono del alquiler tradicional (sobre todo en ciudades y barrios con una alta afluencia de turistas) para adoptar al alquiler turístico y vacacional. Esta alternativa, elegida por muchos ciudadanos para llegar a fin de mes, está cada vez más presente en grandes ciudades y provoca un encarecimiento del alquiler de pisos y habitaciones, así como una bajada en la oferta de pisos disponibles para vivir. “Las medidas implementadas en algunos ayuntamientos de España están demostrando ser efectivas, por lo que entendemos que cada vez serán más estrictas las sanciones con el objetivo final de regular el alquiler turístico”, afirman desde la compañía. 2. Subida exponencial del precio de los alquileres En líneas generales, el coste de un piso o habitación de alquiler es superior al salario mínimo interprofesional, superando el precio medio de alquiler que hubo durante la burbuja inmobiliaria que estalló en 2007. Por ejemplo, en Barcelona el precio medio de alquiler de un inmueble supera los 1.800 euros al mes mientras que el salario mínimo interprofesional es de 655 euros. A pesar de que para 2017 se espera una subida del 8% en los sueldos, a los precios de los alquileres todavía les queda mucho camino por recorrer. En ciudades como Barcelona se empieza a hablar de fijar un precio recomendado para el alquiler de inmuebles completos o de habitaciones de dichos inmuebles para seguir el ejemplo de ciudades como Berlín o París. Aun así, todavía no existe una ley que permita este tipo de alquiler como tampoco una sanción para aquellos que superen estos precios recomendados alquilando sus viviendas o habitaciones, critican desde Badi. 3. Aumento de población en las zonas periféricas Cada día son más las personas que, teniendo en cuenta el salario mínimo interprofesional y el precio medio de alquiler en las grandes ciudades, optan por marcharse a vivir a las afueras de las grandes ciudades (zonas intermedias de población, extrarradios o ciudades dormitorio), donde, aunque los salarios mínimos no disminuyen sí lo hacen los precios medios de alquiler aumentando, por consecuencia, la calidad de vida. Según la revista Trading Economics, la distribución de la población por zonas de población varía de esta manera entre 2010 y 2014 respectivamente: – 23,7% de la población que vive en grandes áreas urbanas (con núcleos de población superior a 1M de habitantes) vs 24,2% – 22,7% de la población que vive en zonas de poca densidad de población (en núcleos con densidad de población igual o inferior a 10.000 habitantes) vs 20,6% – 53,7% de la población que vive en zonas intermedias vs 55,2% “En este sentido, se debe apoyar este boom con el objetivo de descentralizar ciudades saturadas y rebajar la presión del mercado inmobiliario en grandes urbes”, afirman desde Badi. 4. Aumento del alquiler de habitaciones en pisos compartidos Esta es la gran meta del sector inmobiliario de cara al próximo año: promover el alquiler de habitaciones en pisos compartidos y adaptarlo a las condiciones de sus demandantes para potenciar la opción de compartir piso y así optar a una vivienda digna. Teniendo en cuenta que en 2016 la demanda se disparó exponencialmente mientras que la oferta se fue reduciendo, el sector necesita una regulación importante que establezca igualdad entre oferta y demanda. La sociedad desconoce sus derechos y deberes sin distinguir entre la ley que regula el arrendamiento de inmuebles completos versus de qué forma se regula el alquiler de habitaciones en inmuebles ya arrendados o compartidos, opinan desde Badi.