La reacción del mercado ante los sólidos resultados del primer trimestre ha sido sorprendentemente poco efusiva. Desde el punto de vista de Richard Turnill, Director Mundial de Estrategia de Inversión en BlackRock, “los temores a que los beneficios hayan alcanzado su punto máximo son excesivos”. Como contexto, el precio del petróleo subió tras la salida […]
Dirigentes Digital
| 24 may 2018
La reacción del mercado ante los sólidos resultados del primer trimestre ha sido sorprendentemente poco efusiva. Desde el punto de vista de Richard Turnill, Director Mundial de Estrategia de Inversión en BlackRock, “los temores a que los beneficios hayan alcanzado su punto máximo son excesivos”. Como contexto, el precio del petróleo subió tras la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán. Los valores se vieron aupados por el factor momentum, mientras que las divisas emergentes experimentaron dificultades. Así, probablemente, los datos económicos estadounidenses de la última semana “reafirmen la solidez económica del país, una tendencia que ya adelantaban los recientes datos sobre empleo”.
Dado que un número considerable de firmas de los mercados desarrollados ya ha publicado sus resultados del primer trimestre, el experto de BlackRock afirma que “sin lugar a dudas que esta ha sido una temporada de resultados poco habitual”. Los sólidos resultados despertaron poco entusiasmo entre los inversores. ¿La preocupación? Que los beneficios estén cerca de alcanzar su punto álgido.
Sin embargo, en su opinión, aún existe “margen para que los beneficios se incrementen durante este año y el próximo, y reafirmamos nuestra sobreponderación en la renta variable estadounidense”.
La moderada reacción del mercado ante los sólidos resultados ha sido especialmente evidente en Estados Unidos, tal y como se observa en el gráfico. Y es que los recortes fiscales han contribuido a que un gran número de empresas estadounidenses hayan alcanzado su mejor crecimiento de los beneficios en años. Este hecho ha quedado reflejado en el marcado aumento de las estimaciones de los analistas acerca de los beneficios por acción (BPA) para las empresas del S&P 500 desde que comenzase la temporada de resultados del primer trimestre a mediados de abril.
Sin embargo, la rentabilidad del índice S&P 500 no se ha sumado a esta tendencia, lo que implica, según Turnill, “un cambio respecto del pasado reciente, cuando las fluctuaciones del mercado emulaban las revisiones al alza de los beneficios”.