La banca europea vuelve a sufrir la estampida de los inversores que desconfían de su capacidad para generar rentabilidad en un entorno desfavorable. Sólo en lo que va de año ha perdido 350.000 millones de euros de valor de mercado. Entre las causas que apuntan los expertos está la entrada en vigor el 1 de […]
Dirigentes Digital
| 12 feb 2016
La banca europea vuelve a sufrir la estampida de los inversores que desconfían de su capacidad para generar rentabilidad en un entorno desfavorable. Sólo en lo que va de año ha perdido 350.000 millones de euros de valor de mercado. Entre las causas que apuntan los expertos está la entrada en vigor el 1 de enero de 2016 de la Directiva Europea de Restructuración y Resolución Bancaria marca otro punto de inflexión para la banca europea.
La normativa traspasa el coste de futuras reestructuraciones bancarias de los contribuyentes a los accionistas, bonistas y a los depositantes por encima de 100.000 euros. Los bancos italianos, bajo sospecha por su alto nivel de morosidad y su solvencia, fueron los primeros en precipitarse al vacío en el parqué. En lo que llevamos de año, la banca italiano se ha dejado más de un 35% en bolsa.
Deustche Bank, la joya de la corona del sistema financiero alemán, ha levantado otra polvareda que se traduce en una caída bursátil del 40% desde que comenzó 2016. Su calvario comenzó tras anunciar 6.700 millones de euros en pérdidas en 2015. Los temores sobre la capacidad del banco germano para hacer frente a sus emisiones de deuda y especialmente a los bonos convertibles (CoCos) hicieron el resto.
Para ahondar en la desconfianza, S&P ha anunciado una rebaja de calificación que deja en B+ la deuda Tier1 del banco y en "BB-" los instrumentos Tier2. Es el momento de dar un golpe de efecto y el banco germano confirma que recomprará deuda por importe de 4.775 millones de euros (3.000 millones de euros y 2.000 millones de dólares).
Para Alex Fusté, economista jefe de Andbank, los motivos de las caídas son claros. Entre otros, la exposición desconocida de los bancos al mercado de derivados o unos resultados bajo presión y sin proyección, ante los tipos negativos que estrechan aún más los márgenes y la lentitud de algunos bancos a la hora de explorar nuevas líneas de negocio. "Creemos que la caída de las acciones bancarias es exagerada por varios motivos y los recortes de valoración que han afectado a los bancos de calidad representan a nuestro juicio una oportunidad para los inversores", indican los expertos de Morningstar.
Otro de los factores a tener en cuenta es la exposición al sector energético de las entidades aunque, para la mayoría de los bancos europeos, es manejable. "Los bonos ligados a este sector han sufrido una caída del 15%, lo que resultaría en pérdidas de tan sólo el 4,5% de los fondos propios", indican. Aun así, se muestran prudentes y aconsejan ser selectivos. Por ejemplo, Deutsche Bank se quedaría fuera de sus recomendaciones para los inversores.